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Urkullu corrige al PNV al defender la reforma laboral y critica el pacto PSOE-UP-EH Bildu

El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, ha criticado en una entrevista a los diarios vascos del Grupo Vocento el acuerdo alcanzado entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu al señalar que ve «absolutamente peligroso» el debate de una reforma laboral que el PNV votó en contra en 2012. Emilio Olabarria defendía entonces que recentralizaba la negociación colectiva.

Urkullu, con Garamendi (CEOE) y Larrañaga (Confebask), en enero de 2019. (Endika PORTILLO/FOKU)
Urkullu, con Garamendi (CEOE) y Larrañaga (Confebask), en enero de 2019. (Endika PORTILLO/FOKU)

«El pacto con EH Bildu no fue leal y Sánchez se arriesga a una pérdida de confianza». El titular de portada del DV de este domingo refleja el malestar de Iñigo Urkullu tras un acuerdo que recoge la derogación integral de la reforma laboral, ante el que se pregunta, en el caso de llevarse a cabo, «¿cómo actuamos en ese limbo que se genera?».

Añade que el acuerdo le ha dejado «sensación de desconcierto absoluto y una preocupación por el riesgo de una quiebra de confianza en la interlocución a nivel político, en los mercados internacionales y en el ámbito de la Unión Europea».

La posición de Urkullu revoca el rechazo del PNV a la reforma laboral de 2012 durante todos estos años. En el Congreso fue Emilio Olabarria quien lideró entonces el voto en contra, sobre todo remarcando la centralización que suponía aquel proyecto. Lo sacaron adelante exclusivamente los votos del PP y CiU.

Además de criticar al PSOE por el acuerdo de esta semana, en la entrevista Urkullu ataca a EH Bildu al señalar que se ha reivindicado como una formación «no de un Estado vasco independiente, sino del Estado español. EH Bildu tiene claro desde tiempo inmemorial que su apuesta debe ser con unas determinadas fuerzas políticas no en el ámbito de un Estado independiente vasco, sino en un ámbito más general. EH Bildu no quiere al PNV para nada».

Dice que le «sorprende» cómo la coalición abertzale defendía que no querían elecciones en la CAV en julio porque, según su peculiar tesis, «el enfrentamiento» entre partidos iba a acarrear «consecuencias para el Gobierno español».

Pintadas y «matar estuvo mal»

Urkullu aprovecha además las pintadas en sedes de partidos políticos para trasmitir que «hace dos años que ETA anunció su disolución. Seguimos empeñados en que la normalización debe estar basada en unos principios éticos que se resumen en admitir que fue injusto. ¿Tanto cuesta decir que matar estuvo mal? ¿Tanto cuesta decir que las pintadas, el acoso, están mal? Es tan fácil como eso».

Cuestionado sobre si pedirán a los funcionarios públicos un «esfuerzo», dice que la mayoría de ellos «son conscientes del esfuerzo que se está haciendo en el ámbito privado. Me preocupa que haya más de 194.000 personas en ERTE y que frente a esa realidad hay otra de un colectivo humano importante en Euskadi, que cuenta con una estabilidad laboral, con una garantía de su puesto de trabajo y la seguridad de un sueldo que va a recibir. Viendo además que ésta es una crisis global, no tengo ninguna duda de que la función pública hará esta consideración».

Del mando único durante el estado de alarma y la cogobernanza, Urkullu manifiesta que hasta esta semana pasada el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ejercido el mando único y los demás «teníamos que aplicar las decisiones que se adoptasen».

«Existían cuatro autoridades delegadas y ahora solo hay una, que es el ministro de Sanidad, pero sigue existiendo el mando único. Yo he venido reivindicando que se aplique la legislación ordinaria», defiende, al tiempo que afirma que el estado de alarma ha sido «un error».

Del regreso a las aulas de los alumnos de Bachillerato, FP y 4º de ESO, previsto para este lunes, niega que haya habido unilateralidad por parte del Ejecutivo vasco y argumenta que se ofreció desde el Departamento de Educación una «propuesta gradual y tentativa, solo una propuesta que además venía hablándose con la comunidad educativa y se sigue hablando».

En cuanto a las quejas de los trabajadores de Osakidetza, Urkullu declara que respeta los abucheos recibidos por sanitarios de Cruces y reconoce que «han estado desprovistos del material necesario, pero no solo los de Osakidetza, los de todo el mundo. Y lo tenemos que asumir quienes tenemos una responsabilidad institucional. Hemos sufrido la dependencia de China, esto ha parecido un zoco. Los cargamentos se quedaban retenidos en Shangai. También hemos dependido de una central de compras del Gobierno español, hasta que pudimos abrir nuestros propios circuitos comerciales».