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Maeztu confirma 260 muertes por la covid y otras 163 con síntomas compatibles en residencias

El número de fallecimientos confirmados por la covid-19 a fecha 15 de mayo en residencias de mayores de Nafarroa asciende a 260 y hay otras 163 muertes de personas con síntomas compatibles con el coronavirus, pero no confirmados, según ha informado la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu.

En la Misericordia de Iruñea se han registrado 68 fallecimientos de un total de 575 residentes. (Iñigo URIZ/FOKU)
En la Misericordia de Iruñea se han registrado 68 fallecimientos de un total de 575 residentes. (Iñigo URIZ/FOKU)

A estas cifras se suman 12 personas más fallecidas en los últimos 15 días, según se desprende de un informe del Observatorio de la Realidad Social, dependiente del Departamento de Derechos Sociales, sobre la incidencia de la covid-19 en las residencias.

La zona con mayor número de fallecimientos confirmados o compatibles en residencias, ha señalado la consejera, es Tafalla (12 % de las personas residentes), seguida de Iruñerria (9,5 %), Tutera (5,9 %) y área noreste (4 %). Por el contrario, Lizarra (2,9 %) y noreste (3,6 %) son las que tienen menos incidencia.

La consejera ha indicado que no hay una correlación clara entre el tamaño de las residencias y la incidencia de la pandemia, ya que, en las de más de 175 plazas, ha habido un 9,4 % de fallecimientos; en las de 100 a 175, un 10,2 %; en las de 50 a 100, un 3,6 %; y en las de menos de 50, un 5,3 %.

Respecto al caso de la Casa de Misericordia de Iruñea, con 170 positivos y 68 fallecimientos, de un total de 575 residentes, la consejera ha declarado que «no se pueden hacer interpretaciones con dos datos de incidencia», sino que hay que «tener en cuenta otras variables».

Maeztu ha subrayado que el periodo de marzo a mayo «ha estado plagado de historias que nos conmueven y que la sociedad deberá conocer», al tiempo que ha resaltado «la decencia y compromiso ético que caracteriza a este sector».

La consejera ha comentado que los datos en las residencias de mayores van mejorando. Las altas epidemiológicas superan ya las 900 y sólo siete positivas permanecen hospitalizadas, mientras que otras 89 están siendo atendidas en las propias residencias.

Con la salida del Balneario de Fitero de las cuatro últimas personas el pasado jueves, ya no queda ninguna persona mayor en los recursos intermedios habilitados y el 72 % de los centros existentes (51 de un total de 71) no tienen casos.

El informe hace también una fotografía de la evolución de la pandemia hasta el 15 de mayo. Así, el número de positivos hasta esa fecha es de 1.266, lo que supone un 21,7 % del total de las 5.835 plazas existentes en Navarra.

No obstante, a día de hoy el número de personas positivas ha bajado hasta 96 y solo siete de ellas se encuentran hospitalizadas, lo que supone un descenso del 90 % desde el pico más alto de la pandemia, el 13 de abril. En paralelo, aumentan las altas en las últimas semanas, que en este momento suman 901.

En relación a los equipos profesionales, las bajas causadas por la covid-19 han supuesto el 24,1 % de la plantilla: 740 personas de un total de 3.073, de las que 1.191 trabajan en centros de Iruñerria. En las últimas semanas, el número de personas de baja ha descendido de manera notable, hasta los 120 de este momento, lo que supone un 4 % de la plantilla total.

El informe presentado este lunes es una primera aproximación a una auditoría de todo lo realizado por el Departamento de Derechos Sociales durante la pandemia, un documento que se espera tener para finales de julio.

A partir de los datos de la auditoría, se formularán propuestas y recomendaciones de mejora. También permitirá determinar alertas tempranas y propondrá mejoras para mitigar los efectos de crisis similares en el futuro.

«Aprender de los éxitos y los fracasos»

«Debemos aprender de nuestros éxitos y fracasos para estar mejor preparados para la próxima pandemia que ocurrirá inevitablemente. Esa será también una forma de honrar a las personas fallecidas», ha apuntado Maeztu, quien ha agradecido la implicación de los profesionales «por su compromiso, sensibilidad y trabajo para procurar el bienestar de nuestros mayores, en unas condiciones tan complejas».

La consejera y las entidades que representan al sector residencial han mostrado su preocupación por el posible deterioro de la imagen del sector o el peligro de «estigmatización» de algunas residencias y han subrayado que esta percepción en nada se corresponde con la realidad.

«Queremos hacer llegar un mensaje de confianza en los centros y sus profesionales y de tranquilidad hacia la ciudadanía. Lo sucedido en Navarra no es excepcional y ha ocurrido en otras muchas ciudades y países. No olvidemos que estamos ante una pandemia mundial», ha señalado Maeztu.

Por su parte, Rafael Sánchez Ostiz, en representación de ANEA, que agrupa a 27 centros residenciales con cerca del 50 % de las plazas residenciales en Nafarroa, ha afirmado que los residentes y sus familias «han sido un ejemplo de resilencia, frente a las drásticas medidas que se han tenido que implantar para frenar la enfermedad».

También ha puesto en valor el esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras, «por encima de lo exigible, para dar la mejor calidad de vida posible a las personas atendidas en esta situación excepcional».

Eduardo Mateo, en nombre de LARES, que agrupa a 37 residencias, ha asegurado que no tiene «conclusiones claras sobre las causas del comportamiento desigual del virus en los centros residenciales», aunque ha destacado que «ha habido un elemento común, el modelo de trabajo, realizado desde la humanidad, el cariño y la constante comunicación».

«La escucha, mantener rutinas y hábitos saludables y cierta normalidad han sido imprescindibles», ha indicado.