J.S.

Tecnalia e Ibermática lanzan el primer sistema automatizado de rastreo de contactos

La aplicación, que garantiza la privacidad de las personas gracias a un uso intensivo de la criptografía, permite por ejemplo recordar con quién nos hemos sentado en el metro, algo que no podríamos hacer únicamente usando la memoria.

Una joven observa los datos en su dispositivo móvil.
Una joven observa los datos en su dispositivo móvil.

El rastreo de contactos automatizados, como complemento necesario al rastreo manual, se posiciona, en estos momentos, como la forma más eficiente de evitar la propagación del covid-19, tal y como ya adelantó la prestigiosa revista Science en un artículo publicado el pasado 31 de marzo.

Saber dónde ha estado y con quién cada nuevo positivo en la enfermedad facilitaría a los profesionales del rastreo una información clave para romper la cadena de transmisión. El reto al que se enfrentan los sistemas de rastreo basados en sistemas y no en procesos manuales es garantizar la privacidad y el control de los datos para que su puesta en marcha en la sociedad sea viable.

Por ello, el centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia, junto con Ibermática, empresa especializada en tecnologías de la información, está desarrollando el primer sistema de detección temprana de exposición que garantiza la privacidad, con el objetivo de reducir la curva de contagios a través del rastreo de positivos en la sociedad, así como prevenir futuros rebrotes. Se trata de un proyecto pionero en el Estado español del que se están realizando ya los ensayos a través de los teléfonos móviles.

«Este tipo de herramientas son indudablemente más efectivas que la memoria y los procesos manuales. No podemos recordar con quién nos hemos sentado en el metro, por ejemplo, pero estas aplicaciones sí. Es necesario buscar herramientas automáticas, efectivas y que al mismo garanticen la privacidad de las personas para implantar en la sociedad lo antes posible», asegura Óscar Lage, responsable de Ciberseguridad en Tecnalia.

Actualmente el control de exposición se desarrolla de forma manual mediante procedimientos de la Organización Mundial de la Salud, pero la situación actual requiere de sistemas automatizados que ayuden a controlar la expansión del virus.

Así, el sistema que están desarrollando Tecnalia e Ibermática se basa en el protocolo DP-3T, que permite una detección temprana de exposición a la infección y, por lo tanto, mejora la eficiencia en la determinación de personas asintomáticas que deben ser testadas, manteniendo además por completo la privacidad de los contactos y su explotación en exclusiva para determinar casos de exposición a covid-19.

Los gigantes Apple y Google se sumaron en abril a la implantación del protocolo DP-3T dentro de sus sistemas operativos para smartphones, lo cual supuso un impulso importante hacia la extensión del mismo como implementación de un sistema de detección de exposiciones basado en criterios de privacidad estrictos.

El protocolo DP-3T es una iniciativa europea liderada por el Instituto Federal Suizo de Tecnología ETH, que en la actualidad se encuentra en fase de desarrollo de la mano de centros como Tecnalia, que comenzó hace quince días las pruebas en el entorno del centro.

Los resultados se pondrán a disposición del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno de Lakua para extenderlos en una segunda fase a empresas del Proyecto de Reanudación de la actividad de las empresas (PRAP-Euskadi). De esta forma, se avanzará para facilitar su escalabilidad y su uso generalizado, siempre como apoyo a las entidades que deben realizar actividades de rastreo.

Información descentralizada

Esta tecnología consigue garantizar la privacidad de las personas, gracias a un uso intensivo de la criptografía y la descentralización de la información, ya que no revela a ningún servidor central información relacionada con los usuarios, y evita así que dichos datos puedan ser explotados.

Para ello, el sistema planteado por Tecnalia e Ibermática almacenará y procesará toda la información en los propios dispositivos de los usuarios. Además, no guarda la ubicación GPS del usuario, para garantizar la privacidad.

El sistema se basa en la utilización del bluetooth del móvil y se están explorando nuevos formatos «wereables» más cómodos, como brazaletes. Inicialmente se trata de una aplicación móvil para Android, y está prevista su versión IOS.

El usuario solo tiene que tener el sistema activo, con la capacidad de activar y desactivar la monitorización cuando lo desee. En el caso de que sea positivo en la enfermedad, deberá notificar a través de la aplicación su contagio para que inmediatamente los usuarios que han estado expuestos a dicha persona se aíslen y contacten con las autoridades sanitarias para evaluar si se han contagiado en dicho contacto de riesgo o no. Existirá, además, un código de verificación para que los usuarios no puedan decir que están contagiados si no lo están realmente.

En cualquier caso, ya están trabajando en el desarrollo de otros retos para este sistema, como permitir que los usuarios, siempre de forma voluntaria, puedan compartir información agregada desde sus dispositivos, de cara a su análisis por los investigadores.

Otro objetivo es diseñar e implementar un protocolo de interoperabilidad con otras iniciativas similares de cara a que los usuarios estén protegidos en sus contactos con independencia de la aplicación que utilice cada persona.