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Azkoitia iniciará la modificación de normas subsidiarias para impedir la planta de residuos

La comisión de Lurraldea del Ayuntamiento de Azkoitia iniciará este jueves la modificación de las normas subsidiarias para inhabilitar las áreas previstas para las plantas de residuos de construcción y demolición (RCD) «imposibilitando su construcción». De esta manera, el Gobierno local de PNV-PSE se sitúa contra el proyecto impulsado por Lakua, teniendo muy cerca lo ocurrido en el vertedero de Zaldibar.

Terrenos en los que estaba proyectado construir la planta de residuos de Azkoitia. (Andoni CANELLADA/FOKU)
Terrenos en los que estaba proyectado construir la planta de residuos de Azkoitia. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Este martes, la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha afirmado que la Diputación respeta la decisión que ha tomado el Ayuntamiento de Azkoitia, gobernado por PNV y PSE, de rechazar la instalación en el municipio de un vertedero de residuos industriales.

«Este tipo de infraestructura son necesarias, son plantas de reciclado de residuos de construcción que son necesarias, pero la competencia corresponde al Ayuntamiento de Azkoitia y respetamos la decisión que ha adoptado», ha dicho.  

Su valoración responde al anuncio de que el Ayuntamiento, dirigido por PNV y PSE igual que el Gobierno de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa, iniciará este jueves la modificación de las normas subsidiarias para frenar el proyecto, tanto en Azkarate como en Ipintza.

El pasado marzo, el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno de Lakua dio el visto bueno a la evaluación de impacto ambiental simplificada presentada por la empresa Larke 360 S.L., que pretendía levantar una planta de gestión de residuos en el municipio de Azkoitia. Se ubicaría cerca del alto de Azkarate con una capacidad anual máxima de 183.390 toneladas.

Dos días antes, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Azkoitia se reunió para tratar el tema de la planta de valorización de residuos. Tardaron unas cinco horas para consensuar un texto, que finalmente firmaron los partidos PNV, PSE y Azkoitia Bai, mientras que EH Bildu no lo suscribió.

El texto llamaba a la «tranquilidad» e hicieron hincapié en que «no se trata de un vertedero» y que, en el caso de su puesta en marcha, se «trataría de una planta de gestión de residuos no peligrosos, para residuos derivados mayoritariamente de construcciones y demoliciones».

Podría albergar amianto y plomo

Sin embargo, en la evaluación de impacto ambiental, el Gobierno de Gasteiz admite que podría albergar, entre otras plomo y amianto, cancerígenos para la población, como se publicó en GARA el pasado 13 de abril.

Tras una fuerte oposición a su construcción en el pueblo, se celebró un debate entre partidos, empresas, colectivos e instituciones sobre la planta de residuos proyectada en Azkarate. Fue la pasada semana, el 29 de mayo en Elkargunea. Casi al final del debate, el alcalde del PNV  dijo que rechazaba el proyecto, porque «está sobredimensionado» y «porque no queremos ahondar en la división en el pueblo». Había dado marcha atrás, mientras que sus socios de gobierno no estaban «ni a favor ni en contra».

En el acto participaron representantes de la corporación del PNV, PSE, EH Bildu y Azkoitia Bai; las empresas Larke 360 y Excavaciones Lagunak; Ihobe (la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno de Gasteiz); Baskegur y los colectivos Urola Bizirik Natur taldea, Azkoitia Garbi auzotarrak, Azkoitia Garbi plataforma y GuraSOS.

La justificación actual del PNV para el rechazo a la planta proyectada en Azkarate cuenta con tres motivos, los dos que expuso el alcalde en el debate, y el añadido de que «consideramos que es más que una planta de residuos de construcción y demolición (de las 183.000 toneladas previstas en su capacidad máxima, 20.000 toneladas no son residuos de obras)». Todo ello teniendo muy presente lo ocurrido en Zaldibar, localidad muy cercana.

De esta manera, salvo otro giro el Ayuntamiento de Azkoitia no autorizará la ejecución del proyecto promovido por la mercantil Larke 360 S.L. para construir una «planta de gestión de residuos no peligrosos» en el alto de Azkarate.