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Bilbao Basket ha cumplido ya un año desde su ascenso a la ACB

Retabet Bilbao Basket celebra este martes un año de su retorno a la ACB tras imponerse en la Final a Cuatro de la LEB Oro, culminada con la victoria en el partido decisivo ante el Iberojet Palma (62-55).

Aficionados en las gradas de Miribilla. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)
Aficionados en las gradas de Miribilla. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)

«Guardo un recuerdo maravilloso. Ese fin de semana fue el colofón a una gran temporada, en casa y celebrando el ascenso. Fue increíble», destaca Javi Salgado, capitán y emblema de aquel equipo que, sin entonces haberlo decidido aún, disputó también ese día el último partido de su carrera profesional.

En declaraciones difundidas por el club, el hoy miembro del cuerpo técnico que encabeza Alex Mumbrú admite que aquel partido fue «el broche de oro, con marco y un lacito» a una trayectoria deportiva de dos décadas.

«Entonces no sabía que era mi último partido –en un pabellón de Miribilla abarrotado por 10.000 aficionados– y aunque me lo podía imaginar tardé en tomar la decisión», ha añadido.

«Es duro dejar de jugar y en su momento me costó mucho decidirlo, pero poder retirarme con Miribilla a reventar, jugándote el ascenso y que todo salga bien fue un momento espectacular», confiesa el exjugador de Santutxu.

Salgado subraya además que la primera imagen que le viene a la cabeza de aquel día es «el momento en el que levanto el trofeo de campeones» y «la foto de todos detrás saltando con esas caras de alegría y felicidad máxima».

«Es la imagen que refleja lo que fue todo el fin de semana y cómo se sentían los aficionados», apunta.

El responsable del triple ganador

Thomas Schreiner, autor del triple desde casi ocho metros que a falta de 16 segundos certificó el retorno a la elite de los 'hombres de negro', recuerda no solo ese lanzamiento decisivo sino también «todo el partido y todo ese fin de semana» de la Final a Cuatro, «con Miribilla a tope dos días seguidos».

El base austríaco, MVP de la fase de ascenso, destaca también que una de las claves del éxito fue que Alex (Mumbrú) «siempre pensó que todos los jugadores éramos importantes para conseguir el objetivo» y que formaron un «muy buen equipo» en el que «todos aportamos para ese ascenso».

«Todos teníamos mucha presión al jugar la final en casa y sabíamos lo que habíamos hecho. Estaba muy contento en ese momento. El recuerdo me quedará para toda la vida y siempre voy a tener a Bilbao en mi corazón», confiesa Schreiner.