El país oceánico registró su último contagio el 22 de mayo –una persona que tuvo relación con un foco identificado–, por lo que este jueves cumple su decimotercer día consecutivo sin nuevos casos del SARS-CoV-2.

El 27 de mayo los médicos dieron el alta al último paciente hospitalizado por la enfermedad y ahora solo queda uno en aislamiento, según el informe difundido hoy por el Ministerio de Sanidad.

No obstante, un portavoz de Sanidad indicó a Efe que toman como referencia el 18 de mayo, cuando el último caso de «infección local por fuente desconocida» terminó su tratamiento. De continuar así, el 15 de junio se cumplirían 28 días del alta del último caso de contagio sin rastrear –detectado el 29 de abril– y podrán afirmar que han erradicado el virus dentro del país.

Pero la eliminación del coronavirus no tiene una fecha fija ni tampoco significa haber erradicado la enfermedad permanentemente de Nueva Zelanda. «Es la seguridad de haber eliminado la cadena de transmisión en nuestra comunidad por al menos 28 días y de que podamos prevenir o contener con efectividad cualquier futuro caso importado del extranjero», ha precisado un funcionario de Sanidad.

Solo 22 fallecidos

Hasta la fecha, Nueva Zelanda, con cerca de 4,5 millones de habitantes, ha confirmado la infección por covid-19 de 1.154 personas, de las que 22 han fallecido.

«Nueva Zelanda está en una posición que muchos países envidian», ha señalado hoy en una rueda de prensa desde Wellington el director general de Salud, Ashley Bloomfield, al insistir en mantener las medidas de precaución ya que la pandemia continúa fuera de control en otros lugares del mundo.

El Gobierno rebajó a finales de abril el nivel de alerta por la pandemia, que estaba en el máximo, que incluyó un estricto confinamiento y la paralización de toda su actividad económica. En febrero ya impuso el autoaislamiento durante 14 días a todos los que llegaban al país.

Última fase de la desescalada

El próximo lunes, el Ejecutivo podría anunciar el pase a la última fase de desconfinamiento, que verá levantadas prácticamente todas las restricciones impuestas, aunque mantendrá cerradas sus fronteras cerradas hasta nuevo aviso. El país recibe anualmente unos 2,5 millones de visitantes.

La evidencia de que no hay transmisión local del virus es uno de los muchos factores para determinar la vuelta a la normalidad, como ha indicado el portavoz de Sanidad.