Imanol INTZIARTE

Carlos Iturgaiz cambia el punto de mira y lanza sus redes en el caladero de Vox

El candidato de PP y Cs, centrado en las primeras jornadas en desacreditar a Urkullu presentándolo como aliado de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, apela en la recta final al «voto útil» de los simpatizantes de la ultraderecha.

Casado e Iturgaiz, en su visita a las instalaciones de Viralgen. (@PPmasCs)
Casado e Iturgaiz, en su visita a las instalaciones de Viralgen. (@PPmasCs)

Cuarta visita de Pablo Casado a la campaña de las autonómicas, aunque el líder del PP ha venido a hablar de su libro, copando titulares con sus desavenencias con Pedro Sánchez, con Madrid como epicentro de sus discursos.

Casado ha acompañado al candidato a lehendakari Carlos Iturgaiz y a la cabeza de lista por Gipuzkoa, Muriel Larrea, a la visita a Viralgen, la empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Miramon que hace unas semanas saltó a la primera línea mediática por la posibilidad de que se encargue de fabricar vacunas contra el covid-19.

Iturgaiz tiene, aquí a ahora, otras urgencias que atender. El portugalujo ha variado el objetivo de su discurso a lo largo de la campaña. En un principio, sus llamamientos se dirigieron a ese voto fronterizo con el PNV, el de esa ‘gente de orden’ que se define como ‘de centro’ y que no tiene empacho en respaldar a los jeltzales siempre que estos no se desmanden en sus veleidades abertzales.

Día tras día, durante la primera semana, Iturgaiz se esforzaba en presentar al lehendakari Urkullu como socio preferencial «de Sánchez e Iglesias» en un «tripartito» causante de todos los males habidos y por haber. 

Sin embargo, durante los últimos días, el candidato de PP y Ciudadanos ha girado su punto de mira y, sin olvidar sus andanadas contra el PNV, se ha centrado en su sector más a la derecha. «Si PP+Cs no es un grupo fuerte la voz del constitucionalismo no se escuchará», ha remarcado en Donostia. Un llamamiento a los votantes de Vox, más de 28.000 en los últimos comicios estatales.

Algunas encuestas dan a los de Abascal la posibilidad de obtener un escaño en Araba. El resto de partidos se postula como el paladín para evitarlo, pero Iturgaiz prefiere la seducción. «España necesita la suma para afrontar los retos importantes, necesita un grupo constitucionalista fuerte como dique de contención al nacionalismo que busca dividir a los vascos», ha clamado. 

Su plancha es, ha insistido, «la única que en el Parlamento va a defender sin complejos la Constitución, el Estatuto y la unidad de España», y ha prometido a los votantes de Vox que «van a estar muy cómodos con el discurso de Carlos Iturgaiz». Habrá que ver si esto es suficiente para convencerles.