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Deportivo-Fuenlabrada de Segunda División: un partido en el césped y otro en los despachos

El Deportivo-Fuenlabrada, reprogramado para este viernes dieciocho días después de haber sido suspendido, regresa al césped para poner fin a la fase regular de Segunda División, aunque sigue pendiente de las resoluciones que se adopten en los expedientes abiertos por LaLiga y, sobre todo, por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Estadio de Riazor donde se va a jugar el Deportivo-Fuenlabrada. (NAIZ)
Estadio de Riazor donde se va a jugar el Deportivo-Fuenlabrada. (NAIZ)

El Deportivo, en principio, no se juega nada en el terreno de juego, ya que matemáticamente está descendido, y solo está pendiente de lo que se decida en los despachos para intentar quedarse en el fútbol profesional, mientras que el Fuenlabrada aspira a sumar el punto que le aseguraría, a expensas de lo que pase después, el acceso al playoff.

No obstante, ganar el partido le permitiría al cuadro gallego adelantar al Numancia en la clasificación y, en caso de que se acabe produciendo un descenso administrativo del Fuenlabrada, tener más opciones de ocupar esa plaza. Con todo, en otras instancias, el Dépor ha pedido la repetición de la jornada o que se le dé a los madrileños el partido por perdido y sea, además, descendido.

El 20 de julio, LaLiga, la RFEF y el Consejo Superior de Deportes (CSD) determinaron que el partido se suspendiera por los casos de coronavirus de la expedición del Fuenlabrada en A Coruña, pero se mantuvo el resto de la jornada, que tenía que haberse disputado en horario unificado según establecía una circular federativa.

Pendientes de las decisiones finales que se adopten en las instancias deportivas, e incluso con la posibilidad de que el partido acabe en la justicia ordinaria, el Deportivo y el Fuenlabrada fueron citados el pasado lunes por el Comité de Competición para medirse el miércoles y LaLiga le puso hora, las 20.00.

A partir de ahí, el Deportivo, que tenía a los futbolistas de descanso desde el 21 de julio, el día después de que se suspendiera el choque, pidió el aplazamiento del partido, pero logró reunir a más jugadores de la primera plantilla de lo que establece el reglamento (tiene que haber siete en el terreno de juego) y aceptó jugar.

Finalmente, el Fuenlabrada y LaLiga también abogaron por el aplazamiento, según explicó el club gallego, y Competición lo volvió a mover a este viernes, con la posibilidad de que pase al sábado en el caso de que no pueda celebrarse.

Dos onces de circunstancias

El técnico, Fernando Vázquez, ha citado a 21 jugadores, 15 de la primera plantilla, para jugar con el Fuenlabrada. Entre ellos, el capitán, Álex Bergantiños, que este miércoles tuvo que prestar declaración ante la Policía española al ser investigado por si hubiera cometido un delito de corrupción entre particulares en el ámbito del deporte al pedir a sus compañeros, a través de un audio, que se presentaran al partido y referirse a este como un «paripé».

Varios jugadores del Deportivo que acudieron a esa llamada finalizan contrato e incluso algunos ya se habían despedido del club en sus redes sociales, como el extremo del Atlético de Madrid Víctor Mollejo o el portero Aleksandar Jovanovic, quien, curiosamente, podría debutar.

El sueño del Fuenlabrada se convirtió en pesadilla cuando estaba a un paso de hacerlo realidad. La infección masiva en la plantilla por coronavirus presentó todo tipo de escenarios, hasta el más catastrofista que provocaba que se pasase de luchar por el ascenso a Primera a un descenso a Segunda B.

Una vez logrado su objetivo de defender en el campo sus opciones y buscarán acceder a los puestos de promoción con un equipo de circunstancias. Guardan absoluto secretismo sobre los jugadores disponibles y los que aún no se han recuperado de coronavirus, pero lo que es seguro es que José Ramón Sandoval tendrá que improvisar con un equipo titular que aspire a lograr el punto necesario para lograr el objetivo soñado.

Antes del incidente sufrido, el técnico había conseguido que el Fuenlabrada se convirtiese en el mejor equipo después del confinamiento. Solo una derrota en diez jornadas le dispararon en la clasificación y con Sandoval pasó de ver de cerca la zona de peligro a instalarse en playoff a última hora tras vencer el duelo directo ante el Elche. Es el equipo que espera el resultado para saber cual de los dos cierra el grupo de clubes que pelearán por la última plaza a la élite.