Dabid Lazkanoiturburu

Lukashenko vota en unas presidenciales bielorrusas con «todo bajo control»

Entre denuncias de posible manipulación del voto por adelantado (40%), con fuerte presencia policial en las calles y  problemas de acceso a internet, el presidente bielorruso, Aleksandre Lukashenko, criticado tanto por Rusia como por la UE, ha asegurado tras votar en las elecciones presidenciales de hoy que «todo está bajo control» y ha anunciado el refuerzo de la frontera con el gigante eurasiático vecino.

Instantánea del «eterno» presidente bielorruso tras votar en su colegio electoral. (Sergei GAPON-AFP)
Instantánea del «eterno» presidente bielorruso tras votar en su colegio electoral. (Sergei GAPON-AFP)

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha asegurado después de votar en las elecciones en las que busca se sexta reelección que «no perderemos el control de la situación. “Barajamos todas las variantes. Pero no hay motivos para afirmar que desde mañana el país se verá abocado al caos y a la guerra civil.Todo estará bajo control Se lo garantizo».

En este sentido, el tildado hasta hace poco por Occidente como «el último dictador de Europa» ha anunciado el refuerzo de la vigilancia en la frontera con Rusia, a la que ha acusado de intentar desestabilizar la situación en el país.

«En la frontera hay un control muy estricto. Se ha redoblado la vigilancia en el sector ruso-bielorruso».

Lukashenko, que busca hoy un sexto mandato tras gobernar desde 1994, ha asegurado que 170 personas han visto ya rechazada esta mañana su solicitud para entrar en Bielorrusia.

El presidente bielorruso, que se resiste a firmar el tratado de Unión Estatal con Rusia por temor a una anexión total, y pese  las presiones de Moscú, que amenaza con dejar de venderle petróleo y gas a precios políticos,  ante la falta de acuerdo sobre las tarifas del petróleo, el gas y otras disputas comerciales, acusa al gigante vecino, en particular, al consorcio gasístico Gazprom. de apoyar a candidatos opositores.

Lukashenko no ha dudado en utilizar la detención el viernes de una treintena de mercenarios de la compañía rusa Wagner en el aeropuerto de Minsk como un arma para sacudirse esa presión. Y conversó telefónicamente sobre el tema el viernes con el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin. Y es que Ucrania, donde la Wagner opera en la guerra del Donbass, ya ha pedido a Bielorrusia su extradición.

Lukashenko, quien gobierna Bielorrusia con mano de hierro desde 1994 y que, de ganar, estaría en el poder hasta 2025 –un caso inédito en la historia reciente del continente europeo, con la excepción de Rusia, ha insistido en negar la represión de la oposición, aunque dos de los principales aspirantes a la Presidencia, el bloguero Serguéi Tijanovski (considerado prooccidental) y el banquero Víctor Babariko (prorruso), fueron detenidos y un tercero, Valeri Tsepkalo, se tuvo que exiliar.

La principal rival del presidente es Svetlana Tijanóvskaya, esposa de Tijanovski, a la que se han sumado otras dos mujeres: la esposa de Tsepkalo, Veronika, y la representante de Babariko, María Kolésnikova.

«Pobres muchachas que no saben lo que hacen», las ha descrito Lukashenko.