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La lluvia interrumpe en Suiza la búsqueda de Diego Maeztu, el cuarto barranquista

Las tareas de búsqueda de Diego Maeztu, el barranquista de Allo aún desaparecido tras hallarse los cadáveres de sus tres compañeros, se realizan con muchas dificultades por la lluvia. Se han interrumpido en las últimas horas por motivos de seguridad.

Bomberos suizos, este jueves en la garganta de la tragedia. (STR)
Bomberos suizos, este jueves en la garganta de la tragedia. (STR)

La búsqueda del barranquista de Allo desaparecido el miércoles en un accidente en Suiza donde fallecieron tres de sus compañeros se suspendió este viernes a causa de la lluvia, informó el portavoz de la policía local, que consideró poco probable que este cuarto deportista sea hallado con vida.

Las labores de salvamento se han interrumpido por cuestiones de seguridad y se reanudarán en grupos reducidos, subrayó el portavoz Florian Schneider, citado por la agencia suiza ATS. La tormenta del miércoles ya resultó muy virulenta, hasta el punto de arrancar los anclajes colocados en el barranco.

Los cuatro barranquistas, todos hombres de entre 29 y 48 años y con amplia experiencia en esta actividad de riesgo, fueron arrastrados por el agua y las rocas durante una fuerte tormenta cuando se encontraban en la garganta Parlitobel de la localidad de Vattis, en el cantón suizo de San Galo (este del país).

Los tres cadáveres fueron encontrados en la noche del miércoles al jueves en el embalse de Gigerwald, y durante todo el día de ayer continuó la búsqueda del cuarto barranquista, con la participación de submarinistas, perros y varios helicópteros.

Las zonas alpinas de Suiza son un destino frecuente para los amantes del barranquismo, deporte de riesgo, y son también habituales los accidentes relacionados con esta práctica en el país centroeuropeo.

El peor de las últimas décadas se produjo en 1999, cuando 18 deportistas y tres guías de Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Reino Unido y Suiza murieron en una riada cuando hacían barranquismo en el cañón de Saxetbach, en la turística zona de Interlaken (centro del país).

Desde sus localidades se han desplazado a Suiza familiares y amigos para seguir el hecho, acompañar la repatriación de los cuerpos y arropar a las dos mujeres que les acompañaban en el viaje y que no participaron en la bajada del barranco. Fueron ellas quienes dieron la voz de alarma a la Policía.