Amaia U. LASAGABASTER

El Bayern de Múnich se hace con su sexto título de campeón de Europa (0-1)

Los alemanes han derrotado por la mínima al PSG con un solitario gol de Coman en el minuto 59. Los franceses han perdonado en la primera mitad y lo han acabado pagando caro ante un conjunto germano que ha ganado todos los partidos disputados en esta Champions.

Neuer ha levantado el trofeo para jolgorio del Bayern (Miguel A. LOPES / AFP)
Neuer ha levantado el trofeo para jolgorio del Bayern (Miguel A. LOPES / AFP)

Catar sigue inyectando petrodólares pero el oro no se mueve de Europa. Tampoco esta vez ha conquistado el Paris Saint Germain el sueño al que ha destinado 1.300 millones de euros en la última década. Se lo ha arrebatado un Bayern de Munich que tampoco maneja calderilla pero que bien puede ejercer de antítesis del equipo parisino, simbolizando el fútbol clásico europeo.

No en vano se trata del sexto título continental –llámese Copa de Europa o Champions– que conquista el Bayern. Para celebrar un triplete, además, como la última vez que lo logró, en 2013, entonces con Jupp Heynckes en el banquillo. Es, además, el primer equipo que alza el trofeo con pleno de victorias, once, en está anómala edición del torneo.

Una alegría de la que también participan dos futbolistas vascos, Javi Martínez y Odriozola, aunque, como era previsible, sólo han podido participar animando desde las desiertas gradas del Estadio da Luz. El que sí ha jugado ha sido Ander Herrera, aunque probablemente habría cambiado su magnífica hora sobre el césped por colgarse la medalla de oro.

El ex del Athletic ha brillado especialmente en un primer tiempo que ha ofrecido todo lo que se le puede pedir a una final. Menos goles. Pero ha habido igualdad, con los dos equipos alternándose al frente del partido; ha habido juego y ha habido protagonismo para los delanteros... y para los porteros. El empate a cero al descanso ha tenido más que ver con el acierto de Neuer y Keylor Navas que con la impericia de los atacantes.

De primeras parecía que el costarricense iba a chupar más minutos de cámara porque el Bayern ha empezado el partido metido en el último cuarto del campo, impidiendo que los franceses se acercaran ni a la línea divisoria. Hasta que una aparición de Mbappé a los diez minutos ha provocado el primer giro de guión.

Se ha animado el PSG, han entrado en calor la estrella francesa y Ander Herrera, que ha firmado un primer tiempo exquisito, y a los bávaros les ha tocado apretar los dientes. Y recurrir a Neuer, que se ha lucido con un doble despeje a remates de Neymar.

Curiosamente, cuando mejor se veía al equipo parisino, han llegado la mejor ocasión del Bayern y una acción en principio desafortunada que acabó saliéndole bien. Primero ha sido el remate de Lewandowski a la media vuelta, que se estrellaba en la base del poste. Y casi de inmediato, la marcha de Boateng, que ya se había retirado de la semifinal con problemas musculares y hoy no ha aguantado ni media hora. Le ha sustituido Süle y, casualidad o no, su equipo ha estado mejor.

Conforme se acercaba el descanso, el Bayern ha vuelto a dar un paso adelante, con ocasión de Lewandowski y paradón de Keylor incluídos, pero también esta vez los «uys» se han escuchado más fuerte en la portería rival: con un remate de Di Maria y, sobre todo, con la gran ocasión que desperdiciaba Mbappé rematando sin fuerza a las manos de Neuer.

Se iba mejor el equipo bávaro a vestuarios y también ha regresado mejor al césped. Ha tenido la fortuna, además, de acertar en el momento idóneo: justo cuando el cansancio y el miedo a perder empezaban a ganarle la partida a la ambición por la victoria. Ha colocado el balón desde la derecha Kimmich para que Coman, la gran novedad en el once de Hans Flick, cabeceara el 1-0.

Quedaba mucho por delante. Y aunque el Bayern se ha visto convencido de que la «orejona» volaba a Munich, y pese a que a su rival se le empezaban a acumular calambres, frustración, resoplidos y pinchazos, el PSG no ha dejado de buscar un gol que, no obstante, nunca ha llegado.