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El ser humano ha alterado 30.000 kilómetros cuadrados del océano

La construcción humana ha modificado 30.000 kilómetros cuadrados del océano, el 0,008% del total, pero su huella ha provocado cambios en al menos el 0,5% y se prevé que las infraestructuras en el mar aumenten entre un 50% y un 70% en los próximos ocho años.

Construcciones en la costa de Brihgton, Gran Bretaña. (Glyn KIRK/AFP
Construcciones en la costa de Brihgton, Gran Bretaña. (Glyn KIRK/AFP

Aunque se dice que el ser humano apenas ha explorado un 5% de los océanos del planeta, ha modificado o provocado cambios en al menos el 0,5% del mismo.

Según el primer estudio que ha cartografiado el alcance del desarrollo humano en los océanos, dirigido por la doctora Ana Bugnot de la Facultad de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Sydney y el Instituto de Ciencias Marinas de Sydney, un área que totaliza aproximadamente 30.000 kilómetros cuadrados, el equivalente al 0,008% del océano, ha sido modificada por la construcción humana.

La extensión del océano modificado por la construcción humana es, proporcionalmente, comparable a la extensión de la tierra urbanizada y mayor que el área global de algunos hábitats marinos naturales, como los bosques de manglares y los lechos de pastos marinos.

Cuando se calcula como el área modificada, incluidos los efectos del flujo hacia las áreas circundantes, por ejemplo, debido a cambios en el flujo del agua y la contaminación, la huella es en realidad de dos millones de kilómetros cuadrados, o más del 0,5% del océano.

Túneles, puentes, diques, puertos...

La modificación oceánica incluye áreas afectadas por túneles y puentes; infraestructura para la extracción de energía (por ejemplo, plataformas de petróleo y gas, parques eólicos); transporte marítimo (puertos y marinas); infraestructura de acuicultura; y arrecifes artificiales.

Bugnot ha explicado que el desarrollo de infraestructuras humanas en los océanos no es nada nuevo, sin embargo, en los últimos tiempos, ha cambiado rápidamente.

«Ha estado en curso desde antes del 2000 a.C.», señala. Luego llegó el apoyo el tráfico marítimo mediante la construcción de puertos comerciales y la protección de las costas bajas con la creación de estructuras similares a rompeolas.

Desde mediados del siglo XX, sin embargo, el desarrollo de los océanos se ha acelerado y ha producido resultados tanto positivos como negativos.

Por ejemplo, mientras que los arrecifes artificiales se han utilizado como 'hábitat de sacrificio' para impulsar el turismo y disuadir la pesca, esta infraestructura también puede afectar a hábitats naturales sensibles como pastos marinos y marismas, lo que en consecuencia afecta la calidad del agua.

Previsiones alarmantes

«El desarrollo marino ocurre principalmente en áreas costeras, los ambientes oceánicos con mayor biodiversidad y biológicamente productivos», indica.

Bugnot, junto con los co-investigadores de múltiples universidades locales e internacionales, también ha proyectado la tasa de expansión futura de la huella oceánica.

«Los números son alarmantes. Por ejemplo, se prevé que la infraestructura para la energía y la acuicultura, incluidos cables y túneles, aumente entre un 50% y un 70% para 2028», advierte.

«Sin embargo, esto es una subestimación: hay una escasez de información sobre el desarrollo de los océanos, debido a la mala regulación de esto en muchas partes del mundo», añade.

Los investigadores atribuyen la expansión proyectada a la creciente necesidad de las personas de contar con defensas contra la erosión costera y las inundaciones debido al aumento del nivel del mar y el cambio climático, así como a las exigencias de los sectores del transporte, la extracción de energía y la recreación.