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Jeanine Áñez renuncia a su candidatura para intentar evitar el triunfo del MAS en Bolivia

La presidenta golpista de Bolivia, Jeanine Áñez, ha renunciado a su candidatura en las elecciones del 18 de octubre para intentar evitar la victoria del MAS que avanzan las encuestas. Evo Morales ha destacado, desde el exilio en Argentina, que Áñez busca su inmunidad personal.

Anuncio de la renuncia de Áñez, rodeada de su equipo. (PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA/AFP)
Anuncio de la renuncia de Áñez, rodeada de su equipo. (PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA/AFP)

La presidenta golpista de Bolivia, Jeanine Áñez, ha anunciado de manera sorpresiva que renuncia a su candidatura a las próximas elecciones del 18 de octubre, asegurando que lo hace para evitar la victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales ante la «división del voto democrático».

«Dejo de lado mi candidatura a la Presidencia de Bolivia para cuidar la democracia. No es un sacrificio, es un honor, porque lo hago ante el riesgo de que se divida el voto democrático entre varios candidatos y como consecuencia, el MAS acabe ganando», ha explicado Áñez en un vídeo difundido en sus redes sociales.

«Si no nos unimos, vuelve Morales, si no nos unimos, la democracia pierde», ha dicho Áñez, quien tras asumir el poder tras un golpe en noviembre del año pasado aseguró que no se presentaría a las próximas elecciones, desdiciéndose meses después cuando presentó su candidatura bajo la coalición Juntos.

«Lo que está en juego en estas elecciones no es poca cosa. Está en juego la democracia», ha dicho Áñez, insistiendo en los supuestos peligros para Bolivia que conllevaría una vuelta del MAS al poder. Durante su discurso ha estado acompañada por su equipo, entre ellos el empresario Samuel Doria Medina, quien aspiraba a ser su vicepresidente.

«Le pido a quien vaya a ser el candidato democrático para enfrentar al MAS que conserve algunas cosas importantes del legado que hoy estamos dejando», ha demandado la presidenta interina en relación a las medidas de subsidios económicos, que han hecho que Bolivia se convierta en «una sociedad basada en la solidaridad y enfocada en las familias».

En las últimas horas se han hecho públicas varias encuestas en las que la presidenta golpista se colocaba en cuarta posición en intención de voto, con apenas un 10% en el mejor de los casos, muy por detrás del candidato del MAS, Luis Arce, con casi un 40%.

Morales: «Busca su impunidad»

Por su parte, Morales ha asegurado que la renuncia de Áñez «hace mucho tiempo que estaba decidida, sólo estaba a la espera de "negociar su impunidad» por los casos de corrupción que, a su juicio, ha protagonizado la presidenta interina durante la crisis del coronavirus y las masacres de Senkata y Sacaba, en noviembre de 2019, que supusieron la muerte de una veintena de personas.

«Como lo habíamos advertido, Áñez renunció a su fallida candidatura con una doble traición a sus militantes y candidatos. Hace mucho que estaba decidida, sólo faltaba negociar su impunidad», ha escrito en su cuenta de Twitter.

«Está claro que el precio de su nueva alianza es la impunidad por los escandalosos casos de corrupción en medio de la pandemia, por el genocidio de Senkata y Sacaba y por el economicidio al que ha sometido al país», ha añadido el líder del MAS desde su exilio en Argentina.



Disparidad de opiniones en la derecha

Las reacciones dentro de lo que Áñez ha calificado de «voto democrático» (la derecha) durante su discurso de renuncia han sido dispares, pues si bien el candidato presidencial por Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, ha considerado esta decisión «como una contribución a la democracia», para Luis Fernando Camacho, una de las figuras más beligerantes contra Morales, ha supuesto una «derrota».

«Se desplomó su candidatura desde que cedió, se arrodilló y pactó con el MAS», ha criticado el que fuera presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y candidato a las elecciones bajo la fórmula Creemos.

«La gente está cansada de la vieja política y de la corrupción, por eso le quitó apoyo a Jeanine Áñez. Su candidatura era artificial, sostenida por encuestas amañadas», ha continuado atacando Camacho, considerado por algunos sectores del país como uno de los instigadores de la violencia desatada tras las últimos comicios.

Mesa se ha mostrado más conciliador y ha mostrado su disposición a dialogar y ha señalado en su cuenta de Twitter que «la decisión de cerrarle el paso al MAS y abrir una nueva etapa siempre será del pueblo».