La ONG había informado este jueves de que las autoridades de Italia habían permitido al barco refugiarse junto al puerto de Arbatax, en la isla de Cerdeña, ante la inminente llegada de un temporal en la zona.

Inicialmente se autorizó que pudiese permanecer durante varios días antes de retomar su viaje a Marsella. Sin embargo, el Ministerio de Interior italiano ha confirmado en un comunicado que autoriza el desembarco de los 125 migrantes que aún siguen a bordo y que se activará un proceso para repartir entre distintos países europeos a las 133 personas que fueron rescatadas el sábado por el Alan Kurdi –ocho ya habían sido evacuadas–.

El Ministerio ha explicado que el 80% de los migrantes serán trasladados fuera de Italia, sin especificar a qué países, informa la agencia de noticias Adnkronos. Fuentes de la Comisión Europea han confirmado la recepción de la petición italiana para que coordine la reubicación y que está en contacto con los Estados miembro del bloque.

Sea Eye, por su parte, ha informado en un comunicado de su llegada a Cerdeña, donde está a la espera de «nuevas instrucciones». El responsable de la ONG, Gorden Isler, ha lamentado que las autoridades italianas y alemanas «rehuyesen su responsabilidad» durante varios días y ha afirmado que hasta que el Gobierno francés no ha «presionado», Italia no se puso en contacto con el barco en busca de «coordinación».

🟠 4 days after the rescue mission still no country is willing to take responsibility for the 125 people on board of the #ALANKURDI. The captain is now heading towards our Port of Call in Marseille. Read now the detailed press release. https://t.co/G6HKJ2OPf6

— sea-eye (@seaeyeorg) September 23, 2020

El exministro de Interior italiano Matteo Salvini, con varios procesos judiciales abiertos por su veto a barcos de ONG, ha denunciado como una «vergüenza» el permiso al Alan Kurdi y ha acusado a Gobierno del Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de «ceder» a las presiones galas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que más de 600 personas han perdido la vida este año en el Mediterráneo, con al menos 379 fallecidos solo en la zona central, que conecta Libia con las costas maltesas e italianas.