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El Gobierno de Nafarroa declara la Sima de Legarrea Lugar de Memoria Histórica

El Gobierno navarro ha acordado en su sesión de este miércoles declarar la Sima de Legarrea, en Gaztelu, como Lugar de Memoria Histórica, previo informe favorable de la comisión técnica de coordinación en esta materia.

Homenaje a la familia Sagardia, arrojada a la sima en la guerra del 36 y cuyos restos se recuperaron en 2016. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Homenaje a la familia Sagardia, arrojada a la sima en la guerra del 36 y cuyos restos se recuperaron en 2016. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

El vicepresidente Javier Remírez ha recordado en conferencia de prensa que tras el golpe militar de 1936 fueron arrojados a esta sima los cuerpos sin vida de Juana Josefa Goñi Sagardia, de 38 años, y de seis de sus siete hijos e hijas.

Ahora se aprueba esta declaración cuyo objeto, dice la Ley Foral 29/2018, de 26 de diciembre, de Lugares de Memoria Histórica, es conservar y difundir el conocimiento de este espacio para que sirva de área de transmisión de la memoria y contribuya a promover una cultura de paz y convivencia.

Según se recoge en el acuerdo adoptado hoy por el Ejecutivo, «un crimen de tal magnitud, incluido el asesinato de seis niños y niñas, y la ausencia de responsabilidades, se explican por el clima de impunidad que se generó tras el golpe militar de 1936 con el fin de extender una atmósfera de terror que impidiera cualquier disidencia u oposición».

Como paso previo a esta declaración este lugar fue declarado primero como espacio memorial mediante una resolución de julio de 2019 a petición del Ayuntamiento de Donamaria.

Y es que esta sima es el lugar donde se cometió «uno de los crímenes más terribles acaecidos en Navarra tras el golpe militar», sostiene el Ejecutivo, que recuerda que junto al cuerpo de Juana Josefa Goñi Sagardia fueron arrojados los cadáveres de Joaquín (16 años), Antonio (12 años), Pedro Julián (9 años), Martina (6 años), José (3 años) y Asunción (18 meses).

En 1936, la familia vivía en Gaztelu, en condiciones precarias, especialmente a partir de que el padre fue movilizado por las tropas fascistas. Cuando la familia desapareció y se iniciaron las investigaciones, no fue posible confirmar el crimen, pero la historia era conocida en toda la zona.

La exhumación de los cuerpos en setiembre de 2016 permitió finalmente confirmar que el relato era cierto, aunque no hay un consenso definitivo sobre las motivaciones, en las que se entremezclan prejuicios sociales y cuestiones políticas.

Un año después, en setiembre de 2017, se celebró un acto de homenaje a la familia Sagardía en la propia sima y, posteriormente, en la localidad de Gaztelu, donde se entregaron los restos a los familiares para su inhumación en el cementerio del pueblo.