NAIZ

4.500 personas hacinadas entre «basura y ratas» en Vathy (Grecia)

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado las condiciones en las que viven 4.500 personas en el campamento de Vathy, en la isla griega de Samos, un centro diseñado para albergar a 650 personas. «Más de mil son niños y niñas que viven entre la suciedad y la basura, entre ratas y escorpiones. Ya basta», afirma Jonathan Vigneron, coordinador de MSF en Samos.

Basura y deshechos se acumulan en el campamento de refugiados de Vathy, en Samos. (MÉDICOS SIN FRONTERAS)
Basura y deshechos se acumulan en el campamento de refugiados de Vathy, en Samos. (MÉDICOS SIN FRONTERAS)

Golnegar es madre de seis niños, el mayor tiene 12, mientras que el menor nación en Samos hace dos meses. Huyeron de Afganistán por los ataques de grupos armados. Llevan más de siete meses en Vathy.

«Tengo un problema en mi riñón. Tengo dolores y cefaleas todos los días, pero a pesar de intentar que me viera un médico en el campo o en el hospital local, no lo he conseguido. Todos mis hijos tienen picaduras de insectos en el cuerpo y se quejan a menudo de que se sienten mal, pero no hay nada que pueda hacer por ellos», se lamenta.

«Solo queremos lugar seguro para mis hijos. Vinimos aquí para salvarlos de la guerra y llevarlos a la escuela y, en cambio, nos encontramos en este campamento esperando en el limbo», subraya.

Darwish, de 74 años, y Aysha, de 68, provienen de la ciudad siria de Deir ez Zor. Perdieron el primer techo que tuvieron a causa de un incendio que hubo en el campamento a finales de abril. Pasaron casi un mes viviendo en una carpa de verano a campo abierto, hasta que una familia que se marchaba les ofreció su refugio. Tienen 4 hijos y un nieto de 10 años. Uno de los hijos, de 24, sufre discapacidad visual permanente causada por fragmentos de bomba. Darwish tiene hipertensión y problemas cardíacos, además de no poder caminar y daños en el riñón. Aysha tiene hipertensión y sufre dolores de cabeza y mareos constantes.

«Las condiciones de vida en Vathy son insoportables. Hay serpientes y ratas, no tenemos electricidad y muchas veces hay peleas en el campamento», denuncia Darwish.

Los testimonios de ambas familias fueron recopilados por miembros de MSF en julio como muestra de las duras condiciones de vida en el campamento de Vathy, donde viven 4.500 personas cuando su diseño inicial era para 650.

«Ya basta. Es un insulto»

«Ya basta. Es un insulto para las miles de personas que sufren en los terribles y peligrosos campos de las islas griegas escuchar a la UE decir que nunca habrá otro Moria. Justo aquí y ahora, en el campo de Vathy, somos testigos del tremendo impacto que provocan en nuestros pacientes, que ya cargan con un gran sufrimiento, estas crueles políticas de contención», afirma Jonathan Vigneron, coordinador de MSF en Samos.

«Hay 4.500 personas hacinadas como animales, más de mil son niños y niñas que viven entre la suciedad y la basura, entre ratas y escorpiones. Hay cientos de personas vulnerables y otras que, debido a sus patologías previas, corren un alto riesgo ante el covid-19. Esto sucede en medio de una pandemia mundial y hay más de 60 casos positivos en el campamento. Sin embargo, todavía no hay información clara sobre un plan de respuesta de las autoridades», remarca. En estos momentos, hay 60 casos positivos de covid-19 en Vathy.

Vigneron reclama el traslado urgente de estas personas a un alojamiento seguro, ya sea en la Grecia continental o en otros estados de la UE.

«En Moria, hemos visto lo que sucede cuando se ignora esta horrible receta ante el desastre: la bomba de relojería finalmente explota. En Vathy vemos exactamente las mismas condiciones; estamos advirtiendo a las autoridades ante la tormenta que se atisba en el horizonte. Hay que actuar y hay que hacerlo ya, antes de que sea demasiado tarde», incide.