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Azerbaiyán jura venganza tras la muerte de 13 civiles en la escalada del conflicto de Nagorno Karabaj

Azerbaiyán ha jurado vengar la muerte de trece civiles en un bombardeo nocturno en una zona residencial en Ganja, la segunda ciudad del país, un ataque que imputa a Armenia y que marca una escalada en el conflicto de Nagorno Karabaj entre azeríes y armenios.

Un hombre busca supervivientes entre los escombros de la zona bombardeada. (Bulent KILIC / AFP)
Un hombre busca supervivientes entre los escombros de la zona bombardeada. (Bulent KILIC / AFP)

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, ha calificado de «crimen de guerra y crimen contra la Humanidad» el ataque con cohetes balísticos registrado esta pasada noche contra un barrio residencial de Ganja, la segunda ciudad del país, en el que, según ha informado Bakú, han muerto al menos 13 personas y otras 52 han resultado heridas. Cinco casas han sido totalmente destruidas y otras quince han sufrido importantes daños.

«Si la comunidad mundial no quiere castigarlos, nosotros castigaremos a los culpables. Los castigaremos en el campo de batalla, les responderemos. Nosotros no atacamos a la población civil», ha enfatizado Aliev, que responsabiliza a Armenia del ataque.

Una horas antes del bombardeo en Ganja, se registraron ataques azerbaiyanos contra la capital de Nagorno Karabaj, Stepanakert, según periodistas de AFP presentes en la ciudad, abandonada por la mayoría de sus habitantes desde el inicio de esta nueva escalada de enfrentamientos el 27 de setiembre.

Al ataque en Ganja, ocurrido sobre las 3 de la madrugada hora local (23.00 GMT del viernes), le ha seguido un segundo bombardeo en otra parte de la ciudad, además de varios disparos, interceptados por la defensa antiaérea azerí, contra la localidad estratégica de Mingachevir, que alberga un dique estratégico.

«Estábamos durmiendo»

Los vecinos, llorando, escapaban de la zona, algunos en pijama y zapatillas. Estábamos durmiendo. Los niños estaban mirando la tele», relata Rubaba Zhafarova, de 65 años, frente a su casa, destruida. «Todas las casas de los alrededores han sido destruidas. Mucha gente está bajo los escombros. Algunos están muertos; otros, heridos», ha señalado.

Los equipos de rescate siguen buscando supervivientes entre los escombros.

Tras prometer «venganza», el presidente, Ilham Aliev, ha declarado que no detendrá las operaciones militares en la zona de Nagorno Karabaj hasta que Armenia abandone las siete regiones azeríes que ocupa desde 1994. «Ya lo he dicho si no se van ellos mismos, los echaremos como a perros. Así lo estamos haciendo», ha insistido.

Control recuperado

Además, Aliev anunció la recuperación por parte de sus tropas de la ciudad de Füzuli y de otras siete localidades de la región homónima ocupadas por Armenia.

Füzuli, al sur de Nagorno Karabaj, fue ocupada por las fuerzas armenias el 23 de agosto de 1993 y desde entonces se hallaba bajo su control.

«Conocidos expertos militares consideraban que se requerían meses de combates para liberar Füzuli e incluso dudaban de éxito de la operación militar, pero en un plazo muy breve hemos conseguido liberar la ciudad y gran parte de la región de la ocupación armenia», ha subrayado.

El aumento de la violencia pone en evidencia la impotencia de la comunidad internacional para calmar la situación en Nagorno Karabaj, un enclave sumido en un conflicto que implica también a potencias regionales como Rusia y Turquía.

Décadas de conflicto

Este territorio, poblado en su mayoría por armenios cristianos, se separó de Azerbaiyán, país musulmán chií de habla turca, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, dando lugar a una guerra que dejó 30.000 muertos en la década de 1990.

Al término de los combates, que se prolongaron hasta 1994, las fuerzas armenias se hicieron con el control de Nagorno Karabaj y también ocuparon vastos territorios azeríes, que llaman «franja de seguridad», para unirlo a Armenia.

Desde 1994 rige un alto el fuego interrumpido a menudo por escaramuzas y enfrentamientos.

Pese a que hace hoy una semana Azerbaiyán y Armenia acordaron, con la mediación de Rusia, un alto el fuego humanitario, las acciones militares que estallaron el pasado 27 de setiembre en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj no han cesado ni un solo día.