Daniel GALVALIZI

EH Bildu y PNV desairan a Vox y usan solo dos minutos para responderle

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha dicho que no quería «dedicar más de un minuto al fascismo» y ha emplazado al Gobierno de coalición a no tener «tibiezas» sino impulsar «avances de calado». El líder jeltzale, Aitor Esteban, ha calificado de «patochada» la moción de censura propuesta por Abascal.

Los grupos parlamentarios EH Bildu y PNV han apostado por no ser funcionales al show montado por Vox y la moción de censura contra el Gobierno de coalición y han dedicado tan solo dos minutos para comunicarle su voto negativo al candidato a presidente sugerido por la ultraderecha, Santiago Abascal.

«Un único minuto voy a dedicarles a ustedes y a su fascismo. No voy a entrar a responder a sus agresiones, sus insultos y sus ataques de odio ni voy a debatir sus palabras, que parece que tengan ganas de que la violencia y el dolor vuelvan a la sociedad vasca y española», ha comenzado diciendo la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y ha proseguido: «Sólo les diré que ETA acabó hace nueve años y que la convivencia se está construyendo. Nos está costando mucho y estamos todos haciendo un esfuerzo enorme para avanzar. En ese camino ustedes ni están ni se les espera».

Luego, ha añadido que votarán que no a la moción porque le quieren decir «no al fascismo, al odio y sí a las libertades». Antes que se cumplieran los dos minutos, y con algunos murmullos y comentarios de fondo desde la bancada de la ultraderecha, Aizpurua ha advertido de que utilizaría su tiempo restante para dirigir reflexiones a PSOE y Unidas Podemos, como «balance a casi un año» de la investidura.

La diputada del independentismo de izquierdas ha reiterado que el Estado «necesita pedagogía antifascista si no se quiere que la derecha se lleve por delante los derechos de la ciudadanía» y que esta moción de censura «no es contra Sánchez y su gobierno, sino contra los avances de derechos y libertades que puedan venir desde la izquierda y la plurinacionalidad».

En ese sentido, ha afirmado que las derechas españolas «tienen miedo de un cambio estructural, a una nueva fase histórica y al respeto a la realidad plurinacional». Aizpurua ha reconocido que desde que se ha investido al gobierno de coalición «se han dado pasos en la buena dirección, en las formas por la apuesta al diálogo como en algunas medidas que se han tomado», como la «activación de un escudo social», pero ha advertido: «Esperamos más. Los pilares (del régimen del ‘78) están intactos».

«Pedimos a Sánchez que mire al futuro y que tome las decisiones que hagan un nuevo tiempo y que ejerza un liderazgo histórico. No es momento de tibiezas sino de avances de calado», ha concluido Aizpurua. La réplica de Abascal, dar lectura a la lista de nombres de víctimas de ETA, copiando al entonces líder del PP vasco Antonio Basagoiti, quien hiciera lo mismo en 2013 en el Parlamento de Gasteiz.

La respuesta ha estado a cargo del diputado Oskar Matute (EH Bildu), quien ha pedido al PP y a Ciudadanos que voten «a favor» de la moción de Vox para quitarse así «el disfraz de demócratas y mostrarse tal cual son». Ha levantado la indignación de la bancada del PP, incluso algunos gritos de la diputada navarra Ana Beltrán (PP).

«Nuestros sueños no caben en sus leyes. Si no nos dejan soñar no les dejaremos dormir. Al fascismo, ni agua, y si tiene sed, polvorones», ha concluido.

Esteban: «Ideas simplonas»
El turno siguiente era del PNV, con Aitor Esteban al estrado. Esta mañana, Abascal había calificado de «cobardones» y «extorsionadores» a los miembros del PNV. Sin embargo, Esteban ha dicho que su grupo no iba «a contribuir» a la escena y ha considerado que el líder de Vox es en realidad «el no-candidato» por no haber conseguido apoyos de nadie y tener un discurso «mezcolanza de ideas simplonas».

«Un candidato cuya propuesta consiste en ilegalizar a quienes no le gusta, como a mi partido», ha remarcado, para concluir luego: «El PNV no va a contribuir a esta patochada».

En la réplica, Abascal se ha quejado que el grupo se autodenomine «vasco» porque según él excluye a otros vascos que no sean jeltzales. Y ha reiterado su disconformidad con la estrategia de «ninguneo» hacia la diputada de Vox en el Parlamento de Gasteiz, pactada por PNV, PSE, EH Bildu y Podemos, que ha ajustado sus recursos a su representación y que se continúa además con la decisión de algunos grupos de no responder a sus iniciativas.

El independentismo catalán

En cuanto a los independentistas catalanes, repartidos entre Esquerra Republicana, JxCat y la CUP, también han plantado cara a Vox. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha tildado a los miembros de la extrema derecha de «hijos de Blas Piñar» y ha dicho que la única buena noticia del día es que «esto es un debate» porque «antes las mociones de censura ustedes las hacían con tricornios y con pistolas».

Citando el cordón sanitario dispuesto por la derecha socialcristiana alemana de Angela Merkel, que se opone a todo tipo de acuerdo con la ultraderecha, ha lamentado que en el Estado español se le dio cabida y el primer paso fue Andalucía. «Cuando Ayuso y Aguado hacen lo que hacen, la izquierda comete un grave error. Vincula eso a la locura, y es un grave error porque olvidamos que gente como esos jueces y Ayuso y Aguado no actúan como un mono con dos pistolas sino bajo el mandato de su ideología, con enorme obediencia, una ideología perversa: que muchos tienen que vivir peor para que unos vivan mejor».

«Vox simplemente multiplica y embrutece a la derecha en el Estado. Hoy culmina un ciclo de ruido y vísceras comenzado en mayo», ha lamentado Rufián, y se ha permitido el sarcasmo: «Vox es el partido del terraplanismo, del cuarto cubata».

Por su parte, la portavoz de JxCat, Laura Borràs, ha afirmado que hubiera preferido que todos los grupos parlamentarios hubieran hecho lo que hicieron EH Bildu y PNV (dirigirse menos de dos minutos a Vox para expresar su negativa) y ha pedido a la extrema derecha: «No se molesten en replicarnos, no vamos a dialogar con ustedes. Menudo patriotismo quien plantea en plena pandemia una moción de censura grotesca para usarla como su particular autobombo».

El diputado de la CUP Albert Botran ha dicho que hoy «se presenta en forma de moción de censura lo que un día se presentó como un golpe» y ha señalado que el PP, Ciudadanos y PSOE «han puesto de su parte para crear este clima de nacionalismos extremos», con cuestiones como el apoyo a la aplicación del artículo 155 en Catalunya.

En la réplica, Abascal lo ha ninguneado y Botran ha respondido: «Se hace el cordero y se victimiza diciendo que se los deshumaniza y él nos niega a nosotros. Sus expresiones son asquerosas y su discurso supura odio».