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Barrett, la jueza propuesta por Trump para el Supremo, pasa el primer trámite en el Senado

La candidatura de la jueza Amy Coney Barrett ha logrado los votos necesarios en el Senado de Estados Unidos para convertirse en nueva magistrada del Tribunal Supremo. Los demócratas no ha participado en la votación al entender que debería haberse celebrado después de las elecciones del 3 de noviembre y han acusado a los republicanos de actuar por «miedo a una derrota en las urnas».

Amy Coney Barrett junto a Donald Trum, tras ser propuesta como magistrada para el Tribunal Supremo. (Olivier DOULIERY/AFP)
Amy Coney Barrett junto a Donald Trum, tras ser propuesta como magistrada para el Tribunal Supremo. (Olivier DOULIERY/AFP)

La Comisión de Justicia del Senado de Estados Unidos ha aprobado este jueves la candidatura de la jueza Amy Coney Barrett como nueva magistrada del Tribunal Supremo, gracias a una mayoría republicana que ha invalidado el boicot de los senadores demócratas.

La candidata ha recibido 12 votos a favor y ninguno en contra, ya que ningún miembro del Partido Demócrata se ha pronunciado formalmente tras el fallido intento de aplazar el proceso hasta después de las elecciones del 3 de noviembre, en las que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se juega su continuidad en la Casa Blanca.

La normativa establece que la votación en comisión debe celebrarse con al menos doce senadores presentes, dos de ellos miembros de la minoría, pero el presidente del grupo, Lindsey Graham, ha dado por solventado el trámite. «No vamos a permitir que secuestren la comisión», ha alegado, según el portal de noticias The Hill.

Los demócratas, que han cubierto sus sillas con imágenes de comparecientes durante las vistas de la semana pasada, han acusado a los republicanos de actuar por «miedo a una derrota en las urnas» en noviembre, cuando también se renovará una tercera parte del Senado.

El líder de la minoría, Charles Schumer, y los demócratas de la Comisión de Justicia han asegurado en un comunicado conjunto que «los republicanos están demostrando que no les importan las reglas o lo que quiere la ciudadanía estadounidense, sino que solo están preocupados por el poder político».

La pelota de la renovación del Tribunal Supremo tras el fallecimiento de la magistrada Ruth Bader Ginsburg pasa ahora al tejado del pleno del Senado, donde previsiblemente el Partido Republicano hará también valer su mayoría para dar el visto bueno definitivo a Barrett el próximo lunes.

La irrupción de Barrett en el principal órgano judicial de Estados Unidos inclinará aún más la balanza en favor de los conservadores, que hasta el fallecimiento de Ginsburg ya dominaban el tribunal con cinco representantes frente a los cuatro progresistas. Se trata de cargos vitalicios y Trump ya había logrado imponer otro candidato poco después de llegar a la Casa Blanca.

Biden baraja una reforma

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, había exhortado en vano a Trump a frenar la renovación del Tribunal Supremo, que se ha colado como uno de los temas más relevantes de la campaña.

El exvicepresidente ha anunciado que, si llega al poder, creará una comisión con miembros de los dos partidos para estudiar reformas del sistema judicial, si bien no ha aclarado qué alternativas estarían sobre la mesa. Biden ha descartado por ahora ampliar la cifra de jueces en el alto tribunal.

«Les encargaría que viniesen en 180 días con recomendaciones sobre cómo reformar el sistema judicial porque se está quedando desacompasado», ha dicho Biden en una entrevista a la cadena CBS que será emitida íntegramente el domingo pero de la que ya se conoce una transcripción, según la agencia Bloomberg.