Estas medidas permitirán apoyar 1.255 contratos o nuevas altas (933 emprendedoras y emprendedores y 322 jóvenes), según los datos que ha aportado en rueda de prensa la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, quien, acompañada por la directora gerente del SNE-NL, Mirian Marton, ha detallado las convocatorias.

De la cuantía total, 2,2 millones de euros, 550.000 más de los previstos, se destinarán para personas trabajadoras autónomas y 1.480.000, lo que representa 400.000 adicionales, para jóvenes.

La ampliación del crédito se hace a partir de la «buena evolución» que, «paradójicamente y a pesar de la covid», están teniendo ambas líneas, ha indicado Maeztu, quien ha opinado que esto es una «buena noticia» en estos tiempos «tan complicados».

Respecto a los emprendedores, ha comentado que el 70 % de quienes acceden a las ayudas lo hacen porque quieren tener su propio negocio frente a un 30 % que recurre a ello porque es su única opción. Detrás de estas iniciativas hay «ilusión y muchas ideas innovadoras que la administración debe apoyar», ha agregado.

«La crisis afecta especialmente a la gente más joven, como lo muestran las últimas cifras del paro, con un incremento desde marzo del 22,2%. Esperamos que estas ayudas contribuyan a estimular su incorporación a las plantillas y den a los jóvenes la oportunidad de acceder al mundo laboral, y poder desarrollar su propio proyecto de vida», ha apuntado.

En este caso, la subvención se destina a las empresas y oscila entre los 3.600 y 5.100 euros para la contratación en prácticas a jóvenes con titulación universitaria o con ciclos formativos.

Se trata de una de las líneas de intervención del SNE-NL con mejor resultado en las evaluaciones: a los seis meses de terminar el contrato subvencionado, el 96,6% sigue trabajando y pasados dos años, el 87%.

Además, según Marton, el 62 % de los jóvenes insertados, con contratos indefinidos, y el 56 % seguía trabajando en la misma empresa a la que el SNE-NL le subvencionó las prácticas. Por cada mes de inserción el retorno social de la inversión es como mínimo de 1,3 euros por cada euro invertido, ha explicado.

Los fondos adicionales provienen de las ayudas a empresas de sectores tractores que contraten a jóvenes, con una menor ejecución que en 2019, y de las ayudas al fomento de la Economía Social, dado que este tipo de sociedades no las están requiriendo y, de hecho, en 2019, ya se alcanzaron los objetivos de creación de cooperativas y empleo fijados para 2020.

En todas las medidas de fomento del empleo, se ha alcanzado el 77% de las contrataciones realizadas en 2019, lo que significa que ha apoyado 1.863 empleos por esta vía, frente a los 2.414 fomentados con cerca de 10 millones de euros el año pasado.

En los últimos años, el SNE ha logrado una capacidad anual de subvencionar 5.200 empleos, en torno a 2.000 a través de centros especiales de empleo y empresas de inserción, empleo que en líneas generales se mantiene, y el resto mediante otros programas de fomento a través de empresas, emprendimiento y entidades sociales (los 2.414 referidos), Economía Social y vías formativas.

«Tenemos todavía margen de un mes y medio y es importante que las empresas conozcan y utilicen estas vías de apoyo y que se ejecuten los fondos disponibles», ha remarcado Marton.

Hasta el 30 de septiembre, cerca de 1.300 personas habían recibido asesoramiento por parte de la red que sufraga el SNE-NL frente a las 1.944 de 2019 y además, 90 personas han completado los talleres ‘La puesta en marcha en 5 sesiones’, ‘Equivócate pronto y barato’ y ‘Gestión ágil’, que se han impartido bien de forma presencial o telemática.