I.Iriondo - I. Bizkarguenaga

Gipuzkoa suma más casos que Nafarroa y Lakua podría adoptar hoy nuevas medidas

En una jornada en la que Nafarroa redujo sensiblemente el número de contagios detectados, y también la positividad, que cayó por debajo del 10%, Gipuzkoa confirmó su tendencia negativa y ya tiene la mayoría de sus principales municipios en rojo. En un contexto que se complica por momentos, Lakua podría anunciar hoy más restricciones.

Imagen del cribado que se está realizando en Azpeitia.
Imagen del cribado que se está realizando en Azpeitia.

Gipuzkoa registró el martes 377 nuevos positivos por coronavirus, diez más que los 367 casos que se detectaron en Nafarroa –donde hoy entra en vigor el confinamiento perimetral–, un dato que da la medida de la mala evolución que mantiene aquel territorio, donde la incidencia acumulada en 14 días ya está en 533,61 casos por 100.000 habitantes y más de la mitad de los principales municipios se encuentran en «zona roja», algo que comparten 41 de las 88 localidades que tiene el herrialde.

Preocupa sobre todo la situación que se da de estos municipios, que quizá podrían ser objeto de nuevas restricciones, según anunció ayer Iñigo Urkullu.

El lehendakari declaró que el Comité Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), cuya reunión, prevista para mañana, se ha adelantado a esta tarde, podría adoptar medidas «quirúrgicas» sobre los lugares más afectados por la pandemia.

Durante un encuentro digital del Fórum Europa-Tribuna Euskadi, Urkullu destacó que en la reunión del LABI ya contarán con la resolución del TSJPV sobre las medidas adoptadas en la reunión del sábado pasado, podrían saber también qué se ha planteado en el Consejo Interterritorial de Salud que reúne al Gobierno español con las comunidades autónomas –previsto también para esta tarde–, y tendrán nuevos datos epidemiológicos para valorar si es necesario adoptar medidas localizadas.

Sobre este mismo asunto, el coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Departamento de Salud y de Osakidetza, Ignacio Garitano, defendió que las medidas adoptadas hasta el momento «son muy potentes y su cumplimiento es vital» para frenar la expansión de la pandemia, aunque no descartó, según los acontecimientos y la evolución de la curva de contagios, que se puedan implementar otras que «aporten un plus». En este sentido, aseguró que si se estima necesario confinar perimetralmente un municipio se hará «sin ningún problema».

En cuanto a la aplicación del «toque de queda», una opción que estarían barajando algunas comunidades, Urkullu recordó que en agosto él apeló a la necesidad de reflexionar sobre esta medida que se estaba adoptando en otros estados europeos, aunque opinó que primero hay que ver si antes se han tomado todas las medidas necesarias. De igual modo, sobre la posibilidad de que Pedro Sánchez vuelva a decretar el estado de alarma, respondió que si se declara debería hacerse bajo el principio de «cogobernanza o gobernanza colaborativa», para que se pudiera adaptar a las circunstancias de cada comunidad. Criticó que en el pasado estado de alarma se habló de cogobernanza pero no se llevó a la práctica.

Olano lo achaca a la relajación

Urkullu insistió en pedir responsabilidad a la ciudadanía para seguir con el uso adecuado de las mascarillas, la higiene y el mantenimiento de la distancia de seguridad, e incidió en la necesidad de limitar a lo imprescindible los contactos sociales.

Esa apelación a la gente fue genérica, y es casi ritual en los últimos meses. Mucho más afiladas fueron las declaraciones del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, que achacó el incremento en el número de contagios en ese herrialde a una «relajación» de «gran parte de la población» en el cumplimiento de las medidas de prevención que, apostilló, deben seguirse «de un modo escrupuloso».

En una entrevista en Radio Euskadi, dijo que en los primeros meses de la pandemia Gipuzkoa presentó una menor incidencia del virus, y opinó que «eso ha acarreado una relajación». Pero lo cierto es que, si bien en primavera la afección allí sí fue menor, el primer gran brote tras la desescalada ocurrió en Ordizia, en julio, y aquel foco provocó un aumento de casos en otros puntos de ese herrialde, que durante semanas fue el punto caliente en Euskal Herria. Bizkaia, y Nafarroa después, tomaron el testigo, pero no puede decirse que el covid no haya tenido una incidencia importante hasta ahora en Gipuzkoa.

En todo caso, Olano opinó que la situación es «realmente muy grave», por lo que pidió «cumplir las normas y sentido común». «Las instituciones estamos dando pasos para restringir las posibilidades de contacto, pero debe haber una responsabilidad individual», insistió.

Cita hoy en Durango

Aunque de forma más sostenida, en Araba (85 casos el martes) y en Bizkaia (342) el virus también se está propagando con fuerza, y tres zonas de salud alavesas, –Norte-Zuia, Sansomendi y Montes Alaveses II– están en rojo, igual que cinco municipios vizcainos: Abadiño, Elorrio, Ermua, Lekeitio y Durango.

En esta localidad, donde Osakidetza inició el martes una campaña de cribados, el Ayuntamiento ha convocado hoy la Junta de Portavoces para adoptar nuevas medidas al objeto de contener la propagación del virus. En una nota, el equipo de gobierno expresó ayer su intención de consensuar con todos los partidos nuevas actuaciones.

«Como hemos pretendido hasta ahora, es hora de trabajar como pueblo y hay que dejar de lado los partidismos. La colaboración es fundamental», expresaron desde el Consistorio, que no podrá endurecer las medidas aplicadas por Lakua o el Ejecutivo español, como horarios de cierre o aforos, pero sí adoptar otras medidas de carácter local.

Garantizar la asistencia sanitaria, objetivo de las medidas en Nafarroa

El objetivo de las medidas que el Gobierno navarro aplica desde la pasada medianoche tiene un objetivo claro: evitar que el sistema sanitario se vea obligado a dejar de atender algunas dolencias por tener que dedicar sus recursos prácticamente en exclusiva al covid.

Así lo expusieron ayer en rueda de prensa el director general de Salud, Carlos Artundo; el gerente de Osasunbidea, Gregorio Achutegui; y el gerente del Complejo Hospitalario de Nafarroa, Alfredo Martínez. «Hay que generar una bajada muy importante en el número de casos positivos. Si no, se comprometería la capacidad de respuesta del sistema sanitario», destacó Artundo, quien añadió que también tendría efecto en la vida económico y social de Nafarroa. «Hay que atajarlo, cuanto antes mejor», insistió. Según apuntó, de este modo, el sistema sanitario podría afrontar el invierno en unas condiciones mejores.

Achutegui reconoció que en esta segunda oleada se ha registrado un número de casos superior al que se estimaba. «Con los niveles de incidencia alcanzados, ya se prevé un impacto muy importante en la red asistencial», señaló, destacando que el conjunto del sistema está tensionado, y citó de forma expresa los laboratorios. «Si se destinan recursos a la atención a covid, nos podemos ver obligados a reducir otras atenciones, también necesarias. El objetivo es que esto no suceda», destacó, reconociendo que en la primera oleada sí que se dejaron de atender dolencias no relacionadas directamente con este virus. Dejaron de practicarse, por ejemplo, cirugías cardiacas y oncológicas.Martxelo DÍAZ