Garamendi ha reconocido que la administración de la CAV tiene un personal envejecido y altas tasas de interinidad, por lo que su intención es paliar estos «déficits», una labor que hay que abordar «con urgencia» porque en poco más de diez años «el 70% de la actual plantilla estará jubilada».

La consejera ha defendido que la OPE de más de 10.000 plazas facilitará el tránsito hacia la administración digital, al compaginar juventud, formación, capacidad y experiencia. En relación a la elevada interinidad, se ha comprometido a ofrecer una solución para la consolidación de estos empleos.

También ha prometido la elaboración del II Plan de Igualdad de la Administración –ya que las mujeres siguen ocupando puestos de menor categoría con salarios inferiores– y una actualización del decreto que regula el teletrabajo centrado en la formación.