Arnaitz Gorriti

El estudiantil Sandro Gentile hace añicos la buena primera mitad de Gipuzkoa Basket (80-61)

Los de Marcelo Nicola han vuelto perder de paliza después de dominar el marcador hasta el tercer cuarto. Con la combustión de Gentile y la paupérrima capacidad anotadora donostiarra, el último cuarto ha empezado igualado para devenir en paliza.

Al gran partido de Echenique le ha salido la monumental segunda parte de Gentile. (J. PELEGRÍN / ACB PHOTO)
Al gran partido de Echenique le ha salido la monumental segunda parte de Gentile. (J. PELEGRÍN / ACB PHOTO)

MOVISTAR ESTUDIANTES 80 - ACUNSA GIPUZKOA BASKET 61

El resultado es tan engañoso como real. Sandro Gentile ha estado dormido durante la primera mitad y Gipuzkoa Basket ha podido irse a vestuarios por delante, 27-30, en una primera mitad en la que Jaime Echenique ha sido el motor de los donostiarras en las dos canastas sin que haya habido demasiada capacidad de respuesta por parte de Estudiantes sino los rebotes ofensivos o asistencias debajo del aro que ha culminado Víctor Arteaga.

Difícilmente tendrá Acunsa Gipuzkoa Basket mejor tesitura que la que ha tenido esta noche de miércoles para poder sumar una victoria. Pero en el tercer parcial ha despertado Gentile en su forma más brutal y ha decidido el partido liderando un parcial combinado de los segundos 20 minutos de 53-31. Y eso que el último cuarto ha arrancado con 56-49 en el luminoso, nada imposible de remontar... salvo que se encaje un parcial de 11-1 de buenas a primeras. Si la diferencia final ha sido inferior a la veintena ha sido exclusivamente debido a la relajación de los del Ramiro, que ha facilitado un par de contras a los de Marcelo Nicola.

Gentile, en dura pugna por el MVP de la jornada con el baskonista Polonara –el compatriota de Gentile ha terminado con valoración de 31, al igual que el alero estudiantil–, ha sumado 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, y él solo ha desarbolado a un Gipuzkoa Basket que ha vuelto a adolecer de una carencia de respuesta absoluta cuando vienen mal dadas, como ante e Barça y el Fuenlabrada.

Eso de dar de comer a los rivales directos no es una buena costumbre si se quiere optar a lograr la permanencia, por lejana que se vea aún el final de la Fase Regular. Los de Marcelo Nicola han desperdiciado hasta nueve puntos de renta y sigue con una única victoria, mientras que Estudiantes, que ha realizado una primera mitad horrorosa en cuanto a sus porcentajes de tiro, ha podido remontar tras el descanso y ha sumado su cuarta victoria.

Cierto es que los nombres propios de Estudiantes pesan más que los de GBC. Gentile ha dado un clínic de juego a la media distancia, de cara y de espaldas, mientras que jugadores como Arteaga o Alec Brown en primera instancia, o Cvetkovic y Ángel Delgado en la parte final, se han aprovechado de los huecos creados por el alero transalpino. En vano ha gritado y hasta arrojado la pizarra al suelo un airado Marcelo Nicola, ya que sus jugadores han olvidado por completo las cosas buenas que han tenido a lo largo de la primera mitad, y que durante muchos minutos los ha hecho postular a la victoria.

Bramidos en el desierto

Es verdad que el desacierto en el tiro exterior de la escuadra madrileña ha ayudado a los donostiarras a cerrarse, y que Echenique ha empezado como una locomotora, sumando 12 de los primeros 16 puntos de Gipuzkoa Basket. Sin embargo, tras el 13-18 del primer cuarto la capacidad de anotación de GBC ha ido menguando, como si confiara en que su rival no iba a despertar a tiempo. Evidentemente, todo el mundo sabe lo que podía pasar después de que haya pasado, pero lo cierto es que los de Marcelo Nicola han perdonado la oportunidad de abrir una brecha respecto a Estudiantes y tras el descanso lo han pagado caro.

A veces pasa que, cuando un equipo empieza a ver aro con facilidad, como por contagio, su rival también atina. No ha sido así en este caso. «¿Por qué no corréis en ataque? ¿Por qué no movéis el balón? ¿Por qué no os la pasáis? ¿Por qué los jugadores sin balón no os movéis? ¿Queréis hacer lo que tenéis que hacer?», ha preguntado Marcelo Nicola a sus jugadores en alguno de sus tiempos muertos, ya lleno de desesperación. ¿De qué sirver los 20 puntos y 11 rebotes de Echenique en un equipo que suma 5 de 20 en triples y 10 de 21 en tiros libres? Ante tantas facilidades otorgadas al rival, al final perder de paliza suele ser un resultado lógico y, en el caso de este Gipuzkoa Basket, una peligrosa costumbre que hay que erradicar ya.