GOTZON URIBE
MUSICA

Alice Boman

La profunda sensación de tranquilidad que transmite la música de la artista sueca Alice Boman proviene de sus raíces. Comenzó en el dormitorio de su casa cuando era una adolescente, partiendo de unos simples “bocetos”. Pronto se empezó a vislumbrar su talento compositivo, más allá de los retoques caseros. Le siguieron dos EPs: “Skisser” de 2013 y “II” de 2014. Entre alabanzas y críticas positivas, la compositora fue cautivando a infinidad de oyentes.

A aquello le siguió un período de reflexión y composición de canciones, al igual que una serie de singles conmovedores hechos con el productor Fabian Prynn: “Heartbeat”, “Dreams” y “End of Time”. Boman se encuentra actualmente en un lugar bastante alejado de lo que tenía en mente en sus comienzos. A pesar de que su álbum debut –su trabajo más exitoso hasta la fecha– se percibe más completo y rico, la intimidad de Boman permanece intacta. «No quería perder el nervio de la intimidad, eso es algo importante para mí», dice.

Las composiciones para el álbum comenzaron inicialmente de manera aislada y autónoma: «Llevé instrumentos y equipos de grabación a una casa en el campo, en Suecia, para alejarme de todo y centrarme solo en escribir y tocar. Sin distracciones. A veces necesitas esa distancia para entrar en un flujo de energía que te permita crear», apunta Boman.

Dada la propensión del álbum a los paisajes sonoros más evocadores, no sorprende que el cine haya sido un factor importante en la vida de Boman y una influencia en su trabajo. «Creo que las películas son lo que más me inspiran en mi composición. Hay películas que son tan buenas y magnéticas que te encuentras completamente inmerso en ese otro mundo, donde pierdes el sentido del tiempo y el lugar» y apunta como ejemplo a “Moonlight”, “In The Mood For Love”, “Beginners” o “Paris, Texas”.

La sensación de atmósferas casi tangibles que emite el álbum también se debe a la gran atención que la compositora presta a la ambientación del entorno. Además de las sesiones de estudio, Boman pasó tiempo en lugares campestres suecos pero también en ciudades como Londres y Los Ángeles mientras escuchaba a artistas como Elvis Presley, Cindy Lauper, Portishead y Pink Floyd.

«Es una sensación poderosa cuando estás en ese mundo y pierdes la noción del tiempo», matiza sobre el estado hipnótico en el que entró cuando hizo “Dream On≥”. Sus sonidos texturales, junto con su voz frágil pero envolvente, crean una especie de vórtice que absorbe a los oyentes. Un mundo donde el ambiente, el pop más ensoñador y el folk se fusionan en una nueva forma única.

CD AIPAGARRIA

 

October Drift

“Forever Whatever” •&flexSpace;

Physical Education recordings, 2020 •&flexSpace;Rock

Una pared inmersiva de distorsión envuelve la poderosa fragilidad de las voces de su líder Kiran Roy, mientras pinta un paisaje verbal de introspección, desesperación y esperanza en medio de una paleta sonora que evoca tanto a My Bloody Valentine como a la honestidad poética y visceral del lirismo de Nick Cave. Con influencias tan variadas como The National, Radiohead, Interpol o Nick Drake, su rock pesado, con inflexión pop, entrega una inyección rejuvenecedora al género. El álbum debut de October Drift es una colección catártica de canciones que abarcan temáticas como la soledad o el miedo, pero también hablan sobre la positividad con la que hay que afrontar los momentos difíciles.