TERESA MOLERES
SORBURUA

¿Franceses o ingleses?

O ctubre es el mes ideal para plantar rosas; sin embargo el dilema está en escoger el rosal apropiado entre las cientos o miles de variedades existentes. Los viveristas ingleses y franceses se disputan el honor de crear las mejores especies: las más resistentes ante las enfermedades, de fragancias diversas, de floración más larga, sencillas o compuestas de muchos pétalos o de insólitos colores. Especies que pueden ser arbustivas, trepadoras o remontantes.

La ciudad francesa de Lyon y su región es el primer lugar de creación de rosas en Europa. Su producción actual alcanza los cuatro millones de rosales anuales y, aunque la popularidad de estas flores entre los ingleses se mantiene estable, últimamente se aprecia un incremento en la compra de lirios. Tanto franceses como ingleses rivalizan en la creación de rosas, que acostumbran a exponer en numerosas ferias.

Además, los creadores responden a la demanda de compradores y jardineros aficionados, que adquieren y plantan rosales durante todo el año sin limitarse al otoño. Son ejemplares fáciles de arraigar en cualquier momento, para luego, sin mayor problema, tirarlos a la vuelta de vacaciones.

Los jardineros profesionales opinan que el mejor momento para garantizar el arraigue del rosal sigue siendo el otoño. Tanto si son ingleses o franceses, en su mayoría proceden de Rosa x hybridus, híbridos de rosales salvajes europeos con asiáticos. Son ejemplares que necesitan enmiendas regulares o, dicho de otra manera, estar siempre bien alimentados. Un aporte de fertilizante especial para rosales o una enmienda orgánica en el momento en el que se reanuda la vegetación permitirá un buen desarrollo y, sobre todo, una floración abundante a lo largo de la temporada.

Es importante elegir un lugar de plantación soleado, evitando los lugares a la sombra o semisombra que atenúan considerablemente la calidad de la floración. Si la temperatura baja mucho en las primeras semanas después de su plantación conviene aportar sobre el suelo una capa ligera de acolchado. Por el momento sigue siendo complicada la obtención de rosales para cultivarlos en tiesto o contenedor. Parece que son los franceses, con sus variedades Roxana y Jericho, los que más se están acercando.