Oihan Jiménez
UNA MIRADA AL MUNDO

Taxis voladores sin piloto: el futuro está aquí

Imaginen la escena: dos personas charlan animadamente mientras un taxi las conduce a su puesto de trabajo, donde les aguarda una importante reunión. Se abre el foco y resulta que nadie se halla al volante. Se amplía un poco más, y nos damos cuenta de que el vehículo vuela sobre los altos rascacielos que habitan la ciudad. Podría pasar por un pasaje de “Blade Runner”, pero no es así, nada hay de ficción en ello, se trata de una realidad más o menos cercana. De hecho, ese aerotaxi de control remoto ya existe y hace unos días llevó a cabo sus primeras pruebas de funcionamiento en Dubái. A esos ejercicios corresponde la fotografía de abajo. Parece que el futuro ha llegado.

El sofisticado cachivache pertenece a la empresa alemana Volocopter, a través de la cual la multinacional Daimler ha canalizado sus esfuerzos tecnológicos en materia de movilidad. Los drones hace tiempo que forman parte de nuestro imaginario cotidiano, y los conocemos capaces de llevar a cabo múltiples tareas o de transportar todo tipo de cosas, desde libros hasta, por desgracia más frecuentemente, bombas. Pero hasta el momento nadie se había atrevido con las personas, un tabú que está a punto de ser roto.

Prueba exitosa. El vuelo de prueba ejecutado sobre la capital de los Emiratos Árabes Unidos el 25 de setiembre fue todo un éxito, y el dron estuvo sobrevolando la ciudad durante unos cinco minutos, para recorrer doscientos metros y aterrizar sin contratiempos en la plataforma habilitada para tal efecto.

El Volocopter 2X, que así se llama la máquina, es un multicóptero eléctrico de 18 hélices con motores independientes que se nutren de la energía proporcionada por nueve baterías para propulsarse sin utilizar ningún tipo de combustible. Dispone de capacidad para dos pasajeros y cuenta con el sistema de aterrizaje y despegue vertical (VTOL), según informa eleconomista.es. Además, tiene autonomía para volar hasta 27 kilómetros con una sola carga a una velocidad media de 70 km/h, aunque su velocidad máxima es de 100 km/h y su capacidad de carga límite es 160 kilogramos. La batería puede recargarse en menos de 40 minutos utilizando un punto de recarga rápida, mientras que, utilizando un enchufe convencional, el tiempo estimado es de dos horas. La compañía alemana todavía no ha hecho público el precio de cada unidad, aunque sin duda será prohibitivo para la mayoría.

Lo que sí han adelantado es su idea de implementar en cinco años un servicio privado bajo demanda, al estilo Uber, en el que el usuario pueda reservar a través de su aplicación el vehículo que le recogerá en su puerta para trasladarle al destino seleccionado.

Con todo, la firma alemana no es la única que se ha embarcado en esta carrera tecnológica: el pasado mes de febrero el chino EHang 184, un vehículo de 1,5 metros de largo y 440 kg de peso y ocho hélices, recibió el visto bueno de la Agencia de Carreteras y Transporte dubaití para poner a prueba sus capacidades vuelo totalmente robotizadas desde julio. Además, la firma holandesa PAL-V ya comercializa su primer coche volador, mientras que otras como Geely, matriz de Volvo, preparan su despegue en este campo a través de Terrafugia. Otras entidades de la talla de Toyota, Uber y Airbus también han comenzado a desarrollar proyectos para ser referencia del medio de transporte aéreo en un futuro que está a la vuelta de la esquina.