XANDRA ROMERO
SALUD

Atracones, sobreingestas y comer emocional

En estos días extraños, y en general, conviene revisar algunos términos relacionados con el comportamiento alimentario normal y distorsionado, y que a veces utilizamos a la ligera. Por ejemplo: ¿cuántas veces has sentido estrés, preocupación o ansiedad? ¿Cuántas de esas veces has comido solo para sentir alivio? En algunas ocasiones, más de alguno se ha refugiado en la comida, pero cuando esto se convierte en un hábito, se vuelve imparable, y es cuando se comienza a depender totalmente de la comida para satisfacer nuestras necesidades emocionales.

Sin embargo, ¿dónde está la línea que separa una conducta relativamente normal en el ser humano y un problema real? En este punto conviene definir correctamente varios conceptos tales como sobreingesta alimentaria, atracón y comer emocional. No son lo mismo y debemos contextualizarlos bien para, sobre todo, saber si debemos buscar ayuda profesional o si, por el contrario, se trata de algo que le es común al ser humano.

En este sentido, tanto el hambre como la saciedad y el balance energético (regulación de la entrada y gasto de calorías), se encuentran regulados por circuitos de neuronas y hormonas. A esto se le llama sistema homeostático y, si la conducta alimentaria solo estuviera regulada por este sistema, el acto de comer sería simplemente una respuesta a una necesidad meramente fisiológica y la mayoría de las personas se mantendrían en un peso saludable.

Lejos de esto, somos seres sociales y es aquí donde el comportamiento alimentario se complica, ya que este bien diseñado sistema homeostático recibe también señales de carácter sensorial o del denominado sistema hedónico. Dentro de los factores que regulan la ingesta hedónica se encuentran los sentidos, que detectan sabores, olores, texturas e incluso sonidos, los cuales desempeñan un papel decisivo en la elección de unos u otros alimentos.

Este sistema hedónico se asocia a su vez con la activación del sistema cerebral de recompensa como respuesta a la ingesta de ciertos alimentos. Es decir, sentimos un placer subjetivo cuando ingerimos un alimento. Ahora bien, en el momento en el que buscamos ese placer para contrarrestar cada emoción negativa (ansiedad, frustración, miedo, ira) es cuando aparece el problema; pues las vías hedónicas, cuando se sobreestimulan, pueden llegar a anular el sistema homeostático, incluso cuando existe una elevada reserva de energía y las sensaciones de hambre y apetito son bajas.

Así, según el Cuestionario de Sobreingesta Alimentaria (CSA), las sobreingestas se definen como la tendencia a seguir comiendo aun después de saciar el hambre. En cambio, un episodio de atracón, es algo más serio y se caracteriza por los siguientes criterios según el Manual Diagnóstico Mental en su última versión (DSM-V):

1. Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas.

2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere).

Además, los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los hechos siguientes:

1. Comer mucho más rápidamente de lo normal.

2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.

3. Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.

4. Comer solo debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.

5. Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.

6. Malestar intenso respecto a los atracones.

La evidencia científica deja claro que el deseo de comer está influenciado por muchas causas, y la mayoría no son fisiológicas sino emocionales y esto nos es común a todos pero, si se convierte en hábito, o en el único recurso para gestionar nuestras emociones negativas, es momento de pedir ayuda a un profesional de la psicología y de la nutrición.