MIKEL INSAUSTI
CINE

«No Time to Die»

En las actuales circunstancias, la cartelera navideña necesita imperiosamente a Bond, que podría ser su héroe salvador si se mantiene la nueva fecha prevista de estreno, tras el atraso obligado que provocó su cancelación en el pasado mes de abril. En principio está previsto que “Sin tiempo para morir” se estrene en su versión doblada el próximo jueves 12 de noviembre, adelantándose al habitual viernes por la trascendencia de la película, que ha costado la astronómica cifra de 250 millones de dólares. La productora británica EON, con su heredera Barbara Broccoli al frente, ha echado el resto porque “No Time to Die” (2020) es la película número 25 de la franquicia. Y por si no fuera suficiente con semejante aniversario, se trata de la quinta y última protagonizada por el actor Daniel Craig, sin que todavía se sepa quién será su sustituto en el futuro, algo que se anunciará una vez que este nuevo lanzamiento ya se haya consumado.

007 es una marca que no entiende del Brexit y que responde a una concepción cosmopolita del cine de acción, convenientemente actualizada cada cierto tiempo. La integración racial ya se puso en marcha, y a día de hoy no solo el villano es el extranjero, aquí encarnado por el actor de origen árabe Rami Malek. La nueva chica Bond es la cubana Ana de Armas, junto a la incorporación afrobritánica y femenina de Naomie Harris en el rol de Moneypenny, a la que ahora se suma como agente 00 la también afrobritánica Lashana Lynch. Sería demasiado pedir que el siguiente James Bond fuera mujer, ya que Ian Fleming creó un personaje masculino y sus novelas siguen siendo la fuente ficcional. Pero estos antecedentes hacen que el actor afrobritánico Idris Elba sea el mejor colocado, y no cabe duda de que el Tuxedo o esmoquin blanco le sentaría muy bien.

Lo de la ropa y los complementos no es ninguna tontería, porque la publicidad es una de las mayores fuentes de ingresos para EON. Nada más lanzarse el primer tráiler de la película, ya se habían agotado las existencias del jersey N Peal que Daniel Craig luce en el póster, lo mismo que las botas Danner, la camiseta con cuello Henley de Rag & Bone o el reloj Swatch modelo Q Skin Irony. Otro tanto ocurre con el teléfono Nokia 5G por el que habla Naomie Harris o los coches que conduce el protagonista, principalmente un todoterreno Land Rover Defender en las Highlands escocesas, y ya por asfalto su flamante deportivo Aston Martin Valhalla, diseñado por la escudería Red Bull como continuación del Valkyrie.

Otro aspecto sobre el toque femenino creciente en la producción a reseñar es la incorporación como guionista de Phoebe Waller-Bridge, que ha hecho la última revisión del argumento escrito por los habituales Neal Purvis y Robert Wade, que habían ideado una historia a modo de continuación de la anterior entrega “Spectre” (2015). Bond ya está retirado en Jamaica, al igual que en la vida real hizo el autor Ian Fleming. Pero, como no podía ser de otra forma, su tranquilidad se ve alterada por la visita del agente de la CIA encarnado por el afroamericano Jeffrey Wright, quien le pide ayuda para acabar con un poderoso enemigo, incluso más peligroso que el Stavro que sigue siendo incorporado por Christoph Waltz. La misión le llevará por escenarios de todo el mundo, aunque ganan en espectacularidad y belleza los italianos de Matera.

Craig se despide también a lo grande en el capítulo interpretativo, ya que después de haber sido dirigido por Martin Campbell, Marc Forster y Sam Mendes por partida doble, se pone en manos del talentoso cineasta independiente de ascendencia japonesa Cary Joji Fukunaga, consagrado por la serie televisiva “True Detective” (2014).

Hasta la canción de los títulos de crédito que sigue a la clásica sintonía de Monty Norman resulta digna de sus más ilustres precedentes, gracias a que la ha compuesto la cantante Billie Eilish junto con su hermano Finneas O’Connell.