El mensaje del presidente del BCE, Mario Draghi, encandiló a los inversores, que se lanzaron a comprar acciones convencidos de que pronto se pondrán en marcha medidas no convencionales para fortalecer la economía. De momento, deberá recabar más datos para aprobar este movimiento largamente esperado. Draghi, además, recalcó que habrá un tiempo largo de baja inflación y que la apreciación del euro supone más riesgos para la recuperación. Por otra parte, parece que podría darse un giro hacia la moderación de los enfrentamientos en Ucrania si los prorrusos terminan aceptando las elecciones presidenciales, tal como les pide Putin. El Ibex cogió la ola del optimismo para saltar sobre los 10.500 puntos y quedarse cerca de batir también los 10.600 puntos. Así, hoy saldrá desde los 10.591,20 puntos, después de saltar un 1,70%. La euforia era más comedida en París (+1,37%), Fráncfort (+0,90%) y Londres (+0,63%). En el Ibex, la estrella fue Viscofan (+6%), después de lograr un beneficio de 24,77 millones en el primer trimestre, un 4,3% menos por el impacto de las divisas y la reforma energética. Sabadell y Bankinter le secundaron al sumar más de un 3%. Entre los grandes, todos al alza, despuntaron los avances superiores al 2% en Repsol, BBVA y Santander, mientras que Telefónica, Iberdrola e Inditex ganaron más de un 1%. La única nota negativa fue Sacyr (-1,12%). En París, el más destacado era Société Générale (+3,06%). Un grupo de cuatro valores, entre los que estaban Total y Renault, subió más de un 2%. Las acciones de Alstom (-0,33%) encabezaron las caídas.