Ion Ander Areses y Oskar Fernández
Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi
KOLABORAZIOA

¿Tolerancia cero?

Hace varias semanas las ONG de desarrollo recibimos en nuestras sedes el cartel y los dípticos de la última campaña de sensibilización “Tolerancia cero” lanzada desde el Departamento de Asuntos Sociales de la Diputación Foral de Álava.

Una campaña que, según la institución foral, tiene el objetivo de «sensibilizar hacia los derechos humanos y reafirmar los valores democráticos». Sin embargo, desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi pensamos que, a pesar de la necesidad de realizar acciones de sensibilización a favor de la tolerancia cero, en este caso tanto el enfoque como el trasfondo son desacertados.

En primer lugar porque consideramos que esta iniciativa fomenta la estigmatización de una parte de la población alavesa y porque contribuye a fomentar la xenofobia y la discriminación, pues de manera intencionada utiliza imágenes que vinculan islam con fanatismo. Así, se da a entender que este lamentable fenómeno solo se da en países en los que el islam es la religión mayoritaria. Se obvia nuestra realidad local en la que, según datos del CIS, la homofobia no es un fenómeno lejano, ya que el 77,4% de la juventud ha escuchado insultos homófobos y el 18,2% ha presenciado golpes y empujones a personas homosexuales.

En segundo lugar creemos que la campaña no tiene en cuenta el enfoque de género, dado que prácticamente la mayoría de las mujeres que aparecen en la misma se representan con los roles de cuidadoras y víctimas tradicionalmente asignados a las mujeres.

En tercer lugar se centra la mirada en la vulneración de cinco derechos. Quitando dos, el de la violencia machista y el del maltrato a las personas mayores, los otros tres problemas –más de la mitad– los asocian a población extranjera. Y esto, por supuesto, no es casual. ¿Acaso se puede equiparar la incidencia que tiene en nuestro entorno la violencia machista con la incidencia que tiene el uso del burka en el territorio alavés? Creemos firmemente que las instituciones deben estar al servicio de la ciudadanía, atenta a los problemas reales de las personas del territorio, y no a agitar falsos fantasmas viendo la proximidad de las elecciones.

Por otro lado, pensamos que si realmente la Diputación Foral de Álava está dispuesta a tener cero tolerancia en estos supuestos, a través de estrategias preventivas que potencien la iniciativa social y aumentando los fondos destinados a proyectos de cooperación al desarrollo que apoyen sus luchas locales más a largo plazo, debería apostar por promover medidas que ataquen o anulen las causas estructurales que las provocan. Sin embargo, recordamos que en 2012, primer año de la actual legislatura, con un presupuesto aprobado por el actual gobierno del PP, el presupuesto de cooperación al desarrollo se redujo en un 65%. Toda una declaración de intenciones.

Por último, desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi pensamos que existen otras muchas situaciones y problemáticas denunciables en nuestro entorno ante las que las instituciones públicas también deberían abogar por una «tolerancia cero». Nos referimos, entre otras injusticias sociales que afectan a una parte importante de la ciudadanía alavesa, a la exclusión de las personas inmigrantes extranjeras de la atención sanitaria gratuita, a los desahucios de familias en situación de vulnerabilidad social, a la desigualdad salarial, a la falta de acceso a la vivienda o a los casos de corrupción y fraude fiscal. En este sentido, desde nuestra entidad apostamos por «tolerancia cero» ante este largo número de circunstancias que han quedado invisibilizadas en esta campaña.

Por todos estos motivos, en señal de desacuerdo y dado que en nuestra opinión esta campaña no es una estrategia real de sensibilización sobre los derechos humanos, y mucho menos de defensa de los valores democráticos, exigimos que se tomen medidas urgentes para que sea adaptada o retirada.