Eva YRAOLA (EFE)
MADRID

Devaluación del yuan, ¿guerra de divisas o estímulo económico?

La brusca devaluación de su moneda, el yuan, llevada a cabo esta semana por el Banco Popular de China (PBOC), ha asustado a los inversores de todo el mundo, sin que esté aún claro si se trata del inicio de una guerra de divisas o de una maniobra para abaratar sus exportaciones e impulsar una economía que empieza a flojear. El gigante asiático ve peligrar el puesto central que desea ocupar en la economía global por el frenazo del crecimiento.

Todo el revuelo generado por la decisión del Banco Popular de China (PBOC) de decretar una importante devaluación del yuan frente al dólar comenzó el martes de esta semana, y cogió por sorpresa a muchas instituciones internacionales. La razón ofrecida fue que se quiere otorgar un papel más importante al mercado a la hora de determinar el valor de su moneda.

Si el primer día el banco central de China bajó cerca de un 2% la tasa de referencia de su moneda frente al dólar –se pasó de los 6,1162 yuanes por dólar del lunes a los 6,2298 del martes–, al segundo día lo rebajó un 1,62%, mientras que en el tercero fue de 1,11%. En total, después de tres devaluaciones consecutivas, han rebajado su cambio en casi un 5% y han generado dudas en los mercados sobre la marcha de la segunda economía mundial. Ayer un dólar estadounidense se cambiaba a 6,3975 yuanes. Además, tras conocerse las primeras noticias el martes, en Londres el precio del barril de Brent perdía terreno, mientras que los de algunos metales industriales alcanzaban sus niveles más bajos en seis años.

El «reino del medio», que es como etimológicamente se refieren los chinos al vasto país, ve peligrar el puesto central que desea ocupar en la economía global por el frenazo del crecimiento, que en los últimos años ha llegado a ser de más de dos dígitos.

Incluir el yuan en el SDR

El PBOC devaluó el jueves, por tercera jornada consecutiva, el tipo de cambio de referencia de la moneda china y lo estableció en 6,401 yuanes por dólar, un 1,11% menos que el miércoles; con ello, el organismo fija la paridad central del yuan, conocido también por el nombre de renminbi, en función de su evolución en el mercado de divisas.

Desde hace tiempo, China pretende que se incluya el yuan en el Special Drawing Rights (SDR) del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otras cosas como una medida para aumentar el peso específico del país en la economía global, señala John J. Hardy, jefe de estrategia de divisas de Saxo Bank.

Y es que el FMI tiene previsto revisar a finales de este año la cesta de divisas que componen el SDR, en la que hasta ahora se ha resistido a incluir el yuan alegando que fluctúa poco, algo que la repentina devaluación puede corregir.

Como explican en XTB, China busca situar su divisa como una de las principales monedas de cambio mundial, y de ese modo obtener un mayor protagonismo en el plano internacional.

Pero, además, con este movimiento Pekín abre sus mercados de capitales y espera atraer capital extranjero, al tiempo que corrige una moneda excesivamente fuerte y favorece sus exportaciones cuando se ha hecho evidente que la economía no va tan bien como indican las cifras oficiales y el crecimiento se ha ralentizado.

Desmedida revalorización

Desde Banca March recuerdan que durante todo este año la economía china se ha frenado más de lo previsto, por lo que las autoridades ya han adoptado medidas fiscales –planes de inversión en infraestructuras– y de política monetaria –recortes de tipos–, hasta que finalmente se han decidido a intervenir en los tipos de cambio.

Tampoco hay que olvidar la desmedida revalorización de la bolsa china en los últimos meses: en el último año y medio, recuerdan desde XTB, la bolsa se había revalorizado un 150%, sostenida por los buenos datos macroeconómicos ofrecidos por el país, las medidas expansivas del Gobierno y una recuperación de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que son sus principales clientes.

La burbuja bursátil pinchó hace unas semanas y el Gobierno chino se vio obligado a intervenir la propia bolsa del país, limitando el porcentaje de caída que puede tener una compañía en un día e inyectando dinero a través de un fondo especial para sostener las cotizaciones, con fuertes pérdidas para los inversores particulares que pueden lastrar el consumo y afectar al crecimiento, señalan en XTB.

Tan agresivo como la entrada del Ejército en el parqué ha sido, en opinión del profesor de la Warwick Business School Lei Mao, la forma en la que se ha llevado a cabo la devaluación, una maniobra «impredecible» que, a su juicio, pone de manifiesto que el principal riesgo de invertir en China es político.

En su opinión, el gigante asiático adoptará nuevas medidas para reactivar su economía, lo mismo que apunta la economista del banco suizo de inversión Julius Baer, quien considera que pronto se verán nuevas medidas fiscales y monetarias.

«Un buen paso»

Pero no todo han sido críticas a la repentina devaluación de la moneda. El Fondo Monetario Internacional, que preside Christine Lagarde, considera que la medida adoptada por las autoridades chinas es «un buen paso» hacia la apertura y flexibilización del mercado de divisas, aunque su impacto solo se verá a posteriori.

Esta flexibilización es precisamente lo que más valora la agencia de medición de riesgos Fitch, que cree que subraya el compromiso de las autoridades para que las fuerzas del mercado desempeñen cada vez un papel más importante en una economía en la que el Estado tiene un papel aún preponderante.

 

La divisa china sube respecto al dólar tras la reforma cambiaria

El tipo de cambio de referencia del yuan con respecto al dólar elevó ayer ligeramente el valor de la divisa china, un 0,05%, después de las tres devaluaciones acordadas por el banco central del gigante asiático.

El Banco Popular de China (central) estableció como punto de partida que un dólar se cambie a 6,3975 yuanes, una vez dio por concluido el miércoles el ajuste en el valor de la divisa asiática. El regulador monetario de la segunda economía mundial adoptó el martes una reforma en el sistema cambiario que busca adaptar el mecanismo de fijación del valor del yuan a su cotización en el mercado.

El banco central chino retiene un fuerte control sobre la evolución del yuan y cada día fija un tipo de cambio de referencia (la llamada paridad central) y permite que su valor en el mercado fluctúe hasta un máximo de un 2% al alza o a la baja. La reforma del sistema cambiario de China sacudió fuertemente los mercados financieros mundiales esta semana y provocó grandes dudas sobre la marcha de la segunda potencia económica del planeta. Hasta que el Banco Popular anunció el jueves en una rueda de prensa convocada expresamente para explicar sus últimas políticas en un hecho poco habitual que daba por completada la corrección en el valor de la moneda. «No hay base para una depreciación persistente y sustancial», dijo el ayudante del gobernador del banco central, Zhang Xiaohui.GARA