Alberto CASTRO
Al cierre

Señales de agotamiento

El Ibex logró ampliar a siete el número de sesiones en positivo, aunque ayer se vieron de forma diáfana señales de agotamiento. No pudo perforar los 10.200 puntos en ningún momento, los grandes valores pincharon levemente y las pocas noticias conocidas eran malas. En Alemania, las exportaciones de agosto caían un 5,2%, mientras que Deutsche Bank anunciaba pérdidas de 6.000 millones de euros en el tercer trimestre. Además, pende sobre los mercados el miedo a la subida de tipos de interés en Estados Unidos, pese a su probable aplazamiento por el último dato mediocre de creación de empleo. Por eso, la precaución ante lo que iba a aparecer en las actas de la Reserva Federal tras el cierre en Europa no era mala estrategia. En este contexto, los mercados de renta variable necesitan referencias positivas de peso y una disminución significativa de los miedos al parón económico mundial para consolidar la tendencia. Mientras tanto, se abre el tiempo de los resultados empresariales con Alcoa, una buena piedra de toque para conocer el daño causado por el hundimiento del precio de las materias primas. El Ibex sumó un 0,11%, y hoy saldrá desde los 10.181,20 puntos. París (+0,12%), Fráncfort (+0,23%) y Londres (+0,61%) también avanzaron posiciones. En el Ibex, Telefónica (-1,31%) centró la atención después de saberse que la venta de O2 a Hutchison está en el aire. Abengoa (-4,47%) y OHL (-2,80%) fueron los peores del índice. Todos los grandes, excepto Iberdrola (+0,55%), acabaron en negativo. Popular (+4,02%), Sabadell (+3,90%) y Caixabank (+2,61%) inclinaron la balanza del Ibex hacia las alzas. En París, el mejor fue Publicis (+2,33%), frente a Veolia Environnement (-1,36%), el más castigado.