El ataque inicial del Ibex a los 10.300 puntos fue fugaz. A partir de entonces se giró hacia abajo hasta terminar con una caída del 0,24%. Hoy comenzará con 10.207,30 puntos. Por el momento no ha reunido las fuerzas necesarias para salir de su estancamiento y superar los 10.300 puntos. En Europa, Fráncfort ganó un 0,59% y París, un 0,03%, mientras que Londres cedía un 0,40%. Ayer no se encontró apoyo suficiente en la macroeconomía y los resultados empresariales.

La situación de China sigue preocupando a los mercados. En el tercer trimestre, el PIB subió un 6,9%, su menor ritmo de crecimiento desde el primer trimestre de 2009. El dato es inferior en una décima al de los dos periodos anteriores. También entró en juego Arabia Saudí, donde se ha decretado una suspensión de pagos a las empresas contratadas por el sector público. La caída del petróleo –el Brent ha bajado un 40% en un año– provoca problemas de liquidez y Riad ha adoptado un programa urgente para sanear las cuentas públicas.

Además, el ámbito empresarial recibió otro toque de atención con las cuentas de Morgan Stanley. En el tercer trimestre registró un beneficio de 1.018 millones de dólares, un 40% menos. Esta referencia negativa sigue la línea del resto de la gran banca norteamericana, incapaz de mejorar el negocio pese al dinero barato.

En el Ibex, la situación de Arabia Saudí perjudicó a OHL (con -6,25%) y FCC (-3,47%), presentes en varios proyectos públicos. IAG (+1,825) y Gamesa (+1,72%) lideraron las subidas. De los grandes, todos en rojo salvo Inditex (+1,18%); el peor fue Repsol (-3,34%). En París, Danone encabezó las alzas (+1,96%), frente a ArcelorMittal (-3%), el más castigado del año.