Maider IANTZI
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

DISFRUTANDO EN NANOGUNE... PORQUE LA CIENCIA SÍ ES COSA DE CHICAS

NANOGUNE CONMEMORA EL DÍA DE LA MUJER Y LA NIñA EN LA CIENCIA CON ACTOS DESTINADOS A VISIBILIZAR LA LABOR DE LAS MUJERES EN LA NANOCIENCIA Y FOMENTAR LA ELECCIÓN DE CARRERAS DE ESTA RAMA ENTRE NIñAS Y ADOLESCENTES. ESTUDIANTES DE IBAI IKASTOLA HAN DISFRUTADO DE LO LINDO DE LA MANO DE LAS INVESTIGADORAS.

Alumnas y alumnos de sexto de Primaria de Ibai Ikastola, en el barrio Antiguo de Donostia, han salido de excursión al vecino CIC Nanogune para participar en un taller pionero que tiene como objetivo resaltar el papel de las mujeres en la ciencia. En tres grupos, realizarán un recorrido por el centro de investigación acompañadas por científicas. ¡Comencemos!

¿Conocéis a algún científico? Es la primera pregunta lanzada a los chavales, sentados alrededor de una mesa con papeles, «como políticos», bromean. Galileo Galilei, Newton, Einstein... ¿Qué tienen en común? «Son hombres», replican enseguida.

En la pared se pueden ver fotografías de mujeres. También descubrimientos claves. La tarea es relacionarlos. Desde Hipatia de Alejandría (dibujó el mapamundi sobre plano en el siglo IV) hasta las vascas María Isabel Arriortua y Aitziber Kortajarena, que siguen trabajando (una es química en la UPV y la otra biofísica en Biomagune), pasando por Marie Curie, Hedy Lamarr o Rosalind Franklin Kensington (esta definió la estructura del ADN junto con dos hombres, que recibieron el premio Nobel), ya conocen más nombres para completar la lista.

Desde 1901 se han repartido 330-350 premios Nobel y de ellos solamente 15 han sido para mujeres. Según explican las investigadoras, hasta hace pocos años para ellas era más difícil estudiar en la Universidad. Hoy hay más alumnas que alumnos pero la presencia femenina en áreas científicas como la física y las ingenierías es muy inferior. Además, cuanta más alta sea la escala y el rango del puesto, mayor es el sesgo de género.

La hora de experimentar

Las pequeñas han experimentado con el nitrógeno líquido y las ondas mecánicas (el sonido). Hasta han construido un volcán en erupción. En la última parte de la visita, han bajado a los laboratorios para descubrir, por ejemplo, la sala limpia o blanca. Han pasado una a una por la máquina de limpiar el calzado.

«Necesito una voluntaria». Se levantan todas las manos. Han aprendido lo que es un nanometro (un millón de veces más pequeño que un milímetro) y cómo trabaja un microscopio, mediante un juego en el que, por parejas, una es el microscopio y la otra la investigadora. Con los ojos tapados, tocaban una forma y la dibujaban.