Nagore BELASTEGI

GAPTAIN: AYUDA EXTRA PARA PROTEGER A LOS MENORES

Una G con forma de gato es el logotipo de la plataforma vizcaina cuyo objetivo es que, como un superhéroe, dote de herramientas a las madres y padres para poder controlar y educar a sus hijos ante los peligros en la red. Su objetivo es saltar la brecha digital.

Hace años que los nativos digitales pueblan las redes sociales, pero todavía gran parte de la población no habla en el mismo idioma. Eso supone un problema para los padres de niños y adolescentes, que intentan educar a sus hijos para que naveguen seguros, pero en ocasiones resulta difícil porque ellos mismos no cuentan con las herramientas suficientes. Para ayudar a los padres a hacer frente a los peligros en internet –ciberacoso, chantaje, pederastia, robo de información...– nace Gaptain, una plataforma que auna todas las herramientas disponibles con el objetivo de que niñas y mayores se entiendan.

«El gap [brecha] generacional que hay entre nativos digitales y padres, a los que la tecnología les ha pasado por encima, les está impidiendo hacer esa supervisión que es cada vez es más necesaria», nos explicó el fundador de Gaptain, Roberto Álvarez.

A principios de año, cuando hicieron un diagnóstico para poner en marcha la plataforma, detectaron que mucha gente está intentando hacer cosas para solucionar el problema, pero haciendo un poco la guerra por su lado: educación con sus métodos tipo Kiva, la tecnología con controles parentales o herramientas que los padres rechazan usar porque son los primeros que reconocen que no saben. El sector de ciberseguridad intenta que el entorno conectado del chaval sea seguro y libre de hackers... así que se pusieron en contacto con los diversos sectores y los han reunido para poder ofrecer todos esos servicios y que se complementen.

«Teniendo un perfil de la víctima y el agresor podemos empezar a pensar que la tecnología puede aplicar métodos que sean proactivos para anticiparse al caso antes de que ocurra para que el daño sea el menor posible», subrayó. El fundador de la plataforma ha contactado con unos chicos de Barcelona que tienen un software que se instala en el teléfono, y aplicando conocimiento semántico podría detectar cuándo en una conversación hay insultos, signo de que un chaval esta sufriendo acoso. «Lo que pasa es que el marco legal no está lo suficientemente maduro. Están cambiando las leyes de privacidad, pero a día de hoy no se podría utilizar ese software. El acoso escolar se centra en lo diferente. Cualquier diferencia hace a un chaval potencial víctima», explicó.

En ese sentido, aunque valora que los colegios intenten evitar las situaciones de bullying, cree que el método que ha implantado el Gobierno de Lakua en algunos colegios, el Kiva, no es el más adecuado: «se nombra a unos delegados entre los alumnos, que son los encargados de detectar los casos y levantar la mano. Yo lo he pensado y digo, por favor, a mi hijo nunca lo nombres delegado, porque tiene todos los boletos para ser una potencial víctima». En su opinión, el responsable de que un niño sea un agresor no es nunca el profesor, sino los padres y madres. «Ahí es donde pensamos que tenemos que incidir y ayudarles, porque reconocen que necesitan ayuda», indicó.

Cómo funciona

Dentro de Gaptain se han desarrollado unos módulos formativos teniendo en cuenta que, al ser online, van a poder estar padres e hijos juntos y, de este modo, el mensaje es mucho más eficaz. «Lo ideal sería que el sábado por la tarde, después de comer, se siente la familia en el sofá y reciban media hora de formación. Son vídeos de 10 minutos para que lo hagan a su ritmo, cuando puedan», asegura.

«El control parental es necesario para que los padres puedan supervisar lo que hacen los hijos, pero hacen falta esos valores para que los chavales sepan qué es adecuado y qué no. La prevención es educación», comentó explicando que al instalar el control parental de Gaptain se coloca un sello antideslizante o una pegatina en el teléfono móvil del menor. «Estos indican que está siendo monitorizado, y que si alguien se mete con él se le va a pillar. Además, la aplicación que se le pone al chaval cuenta con un botón del pánico, que en el momento que lo pulsa se produce una llamada de alerta a sus padres con la ubicación, para que sepan dónde está y que está en problemas. Lo que quiere advertir es que el control parental está instalado en ese teléfono». En cualquier caso, señaló que lo importante para poder denunciar un caso es tener pruebas.