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El Ejército entra en un estratégico aeropuerto en su ofensiva de Idleb

El Ejército sirio entró ayer en el aeropuerto de la estratégica base militar de Abu Duhur, en la provincia de Idleb, donde los insurgentes cuentan con su principal bastión en el país. La ofensiva, que según Damasco se dirige contra los yihadistas del antiguo Frente al-Nosra, ha provocado la alarma de Turquía, que teme que avance en toda la región.

Los combatientes yihadistas ofrecieron ayer una fuerte resistencia a las fuerzas del régimen sirio, que intentan retomar el control de una base militar estratégica en la provincia de Idleb, en el noroeste del país, parte de una ofensiva que Damasco lanzó el 25 de diciembre en este enclave rebelde.

En el sureste de Idleb se encuentra el aeropuerto militar de Abu Duhur. Allí las tropas del presidente Bashar al-Assad lograron entrar el miércoles por la noche con el apoyo crucial de la aviación siria y de su aliado ruso. El aeropuerto está controlado por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, dominado por el antiguo Frente al-Nosra, rama de Al Qaeda en Siria y que se ha asentado en esta provincia.

Para el régimen sirio, tiene una importancia estratégica retomar su control, pues contaría con una base militar en esta región, la única que todavía no controla totalmente.

«Feroz resistencia»

Después de haber logrado entrar en el aeropuerto, las fuerzas del Gobierno avanzaban ante la «feroz resistencia» de los yihadistas según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los últimos enfrentamientos en la base dejaron 19 muertos entre los yihadistas y 12 entre sus adversarios, indicó el mismo organismo.

Hayat Tahrir al-Sham y sus aliados islamistas lanzaron ayer una contraofensiva que tuvo como blanco las bases de las fuerzas de Al-Assad, a decenas de kilómetros al sur del aeropuerto, según el OSDH.

En la operación lanzada para reconquistar el sureste de Idleb, junto a otra en la provincia vecina de Hama, Damasco, con el apoyo de la aviación rusa, ha podido retomar decenas de pueblos y localidades de esta zona del país. Desde el 25 de diciembre, unos 96 civiles, entre ellos 27 niños, han muerto por los ataques aéreos del régimen sirio o de su aliado ruso en Idleb, según el OSDH.

El objetivo es conquistar el sureste de esta provincia, donde también están presentes grupos rebeldes, para asegurar una carretera que une Alepo, la segunda ciudad del país, con Damasco, la capital.

Fronteriza con Turquía, Idleb es una de las cuatro «zonas de distensión» decididas por Ankara, Damasco y Teherán en las negociaciones de Astaná para alcanzar un alto al fuego en este país. En ella, algunos grupos rebeldes se han aliado a los yihadistas, pese a sus diferencias, y se ha convertido en el principal feudo rebelde. De hecho, ha sido el lugar al que se han desplazado combatientes rebeldes derrotados en otras zonas del país.

Cólera de Ankara

Por ello, la ofensiva del régimen provocó la cólera de Turquía –que apoya a los rebeldes–, al ver atacado un territorio que consideraba al margen de la ofensiva. Así, pidió el miércoles a Rusia e Irán, aliados del régimen, «asumir sus responsabilidades» y frenar la operación en curso. «Tienen que detener al régimen», declaró el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu. «No se trata de un simple ataque aéreo, el régimen tiene otras intenciones y está avanzando en Idleb», insistió.

Las autoridades turcas ya habían convocado el martes a los embajadores de Rusia e Irán en Ankara para expresarles su molestia por esta ofensiva. El presidente turco reiteró ayer su queja a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una conversación telefónica.

Esta tensiones tiñen de incertidumbre la próxima reunión entre los patrocinadores de este «pacto de distensión» que Putin, espera celebrar el 29 y 30 de enero en Sochi.

Por su parte, el Gobierno sirio respondó a las críticas, diciendo que su objetivo son «grupos terroristas» que no forman parte del acuerdo de Astaná, en referencia al antiguo Al-Nosra.

El Gobierno francés también condenó esta ofensiva, ante lo que el Ministerio de Exteriores sirio consideró que París ha mostrado «gran ignorancia sobre lo que estaba sucediendo en la provincia de Idleb».

El Gobierno turco acusa al sirio de utilizar la presencia del grupo yihadista como una excusa para atacar a civiles y grupos de oposición.

«Niños de usar y tirar» en Ghuta Oriental, acusa HRW

Human Rights Watch (HRW) acusó a las fuerzas sirias y rusas de matar a ocho niños y de haber destruido al menos cuatro escuelas entre finales de octubre y principios de noviembre pasado en el enclave rebelde de Ghuta Oriental, próximo a Damasco y asediado por el régimen desde 2013. HRW denunció que para ambos gobiernos estos menores parecen ser «de usar y tirar». «La impunidad ante los ataques ilegales» y el «mortal asedio» de Ghuta Oriental por parte de las fuerzas de Bashar al-Assad «significan que los niños de este enclave están en grave peligro», advirtió. Según la organización siria Centro de Documentación de Violaciones, Damasco y sus aliados han matado a 75 menores en la región entre el 1 de noviembre y el 3 de enero, en ataques que, según HRW, fueron indiscriminados.GARA