Jaime IGLESIAS
MADRID
Entrevue
MARTIN MCDONAGH
DRAMATURGO Y CINEASTA

«No me gusta mirar a mis personajes de manera condescendiente»

Nacido en Londres en 1970, en los años 90 se convirtió en la gran sensación del teatro anglosajón. Su éxito como dramaturgo le llevó a escribir para el cine y al poco tiempo comenzó a dirigir sus propios guiones. Tras «Escondidos en Brujas» (2009) y «Siete psicópatas» (2012), «Tres anuncios en las afueras» (que se hizo con el premio del público en Zinemaldia) le ha colocado a las puertas del Óscar.

Apenas tenía 26 años cuando alcanzó el éxito. Fue con “La reina de la belleza de Leenane”, una pieza teatral, ambientada en una aldea irlandesa, donde se narraban las frustraciones de una mujer, recién inaugurada su madurez, ante la imposibilidad de materializar sus sueños de juventud, quedando condenada a permanecer en la pequeña comunidad que la vio nacer haciéndose cargo de su madre. Desde ese momento, Martin McDonagh se convirtió en el nuevo enfant terrible de la escena británica, su desdén hacia los clásicos, como Shakespeare o Chejov, y su reivindicación de autores como Harold Pinter o de cineastas como Quentin Tarantino, hicieron de él un renovador del lenguaje teatral enriqueciendo el mismo con elementos procedentes de la narrativa cinematográfica. Tras iniciarse como guionista, era cuestión de tiempo que terminase dirigiendo películas.

Lo curioso es que sus primeras experiencias tras la cámara, “Six Shooter” –que le valió el Óscar al mejor cortometraje– y “Escondidos en Brujas”, evidenciando una carpintería teatral muy sólida, estaban más cerca de Tarantino que de Pinter o de Mamet (el otro gran autor de referencia para él), alejando a McDonagh de aquellos elementos que confirieron entidad a su dramaturgia. Hemos tenido que esperar a su tercer largometraje, “Tres anuncios en las afueras”, que acaba de llegar a las salas tras arrasar en los Globos de Oro y convertirse, de facto, en uno de los filmes favoritos para el Óscar, para reconocer algunas de las trazas que hicieron de Martin McDonagh una de las voces más singulares de la escena británica. El propio autor reconoce que en esta película están presentes esas tensiones que genera la convivencia en una pequeña comunidad y que alimentaron sus primeros éxitos como dramaturgo: «Supongo que ese deseo de rebelarse contra las convenciones y contra la asfixia que puede producir vivir en un pequeño pueblo donde la vida transcurre como si nada, es algo que forma parte de mí, no lo sé. Si te digo la verdad ni siquiera soy muy consciente de ello, pero es verdad que es un escenario recurrente en muchas de mis obras y que en esta película he vuelto sobre él. Como autor, me parece muy importante respetar la especificidad del entorno en el que transcurre la acción, pero lo cierto es que, a la hora de escribir, nunca me he inspirado en la idiosincrasia de un determinado lugar, más bien son las personas que lo habitan las que me sirven como punto de partida para mis historias».

En el caso de “Tres anuncios a las afueras”, Martin McDonagh encontró la inspiración en el personaje de Mildred Hayes, interpretado por Frances McDormand, una mujer que frente a la inoperancia policial para dar con los asesinos de su hija adolescente en la pequeña localidad de Missouri en la que vive, resuelve colocar tres carteles en las afueras del municipio acusando de pasividad a las autoridades del lugar, algo que la lleva a enfrentarse no solo con estas sino también con el resto de sus vecinos: «Si te fijas se trata de un personaje que tiene algo de arquetípico, es como uno de esos héroes de las viejas películas del Oeste que llega a un pueblo para enfrentarse en solitario a las fuerzas vivas del lugar en sus afanes por hacer justicia». Ese perfil y su amor por un género como el western fueron los que llevaron al director británico al medio Oeste americano para ambientar su película: «La historia que narra el film y los temas que afloran en torno al conflicto que vive esta mujer, tienen un alcance universal pero según escribía el guion me parecía que este relato solo tenía sentido si lo ambientaba en la América profunda. Se trata de un espacio emblemático cuya idiosincrasia define a los que viven en él y que a mí siempre me ha resultado muy inspirador gracias, sobre todo, al cine. Soy muy aficionado a las películas estadounidenses que transcurren en este tipo de localizaciones, creo que se trata de escenarios con una gran fuerza visual a la hora de resaltar ciertos conflictos humanos», comenta McDonagh.

Pese a ello, y a que su película está plagada de momentos desopilantes que confieren un cierto humor al relato, el cineasta se resiste a admitir que “Tres anuncios en las afueras” pueda ser asumida en clave satírica: «No, no he querido hacer ninguna parodia de la América profunda ni de sus habitantes, entre otras cosas porque no me gusta mirar a mis personajes de manera condescendiente. El humor que hay en la película surge de la vehemencia de los protagonistas a la hora de defender sus propias convicciones y refleja mi manera de ver el mundo. Muchas veces, ante situaciones trágicas, reaccionamos de manera tan vehemente que no nos damos cuenta de cuán ridículas o absurdas pueden llegar a resultar nuestras conductas. Por otra parte, el arranque de esta historia resulta tan demoledor que no quise cargar las tintas sobre el elemento dramático porque no me apetecía que el tono de la película fuera demasiado oscuro. De ahí que me esforzase por introducir elementos de distensión que dieran otro giro al relato».

Ese maridaje de géneros, registros y enfoques diversos desde los que enriquecer la singularidad del relato está también presente en la elección de la música: «Cuando escribo los guiones –confiesa McDonagh– lo hago escuchando música de fondo, eso me ayuda a encontrar el tono que quiero darle a la historia. En esta ocasión escuché muchas baladas, un tipo de música que define muy bien el alma de estos personajes, pero como también quería que el film tuviera momentos de ruptura quise introducir temas como ‘Chiquitita’, que cuando suena crea bastante desconcierto en el espectador. No estaba muy seguro de tener suficiente dinero para comprar los derechos de este tipo de canciones pero tuve la suerte de que a los de ABBA les gustó el guion y accediesen a que su tema estuviera en la película».

Ese equilibrio entre lo trágico y lo cómico puede también apreciarse en la dirección de actores. El reparto de la película cuenta con nombres tan prestigiosos como los de Lucas Hedge, Peter Dinklage o Woody Harrelson aunque sin duda todos los focos los acapara la pareja protagonista, Frances McDormand y Sam Rockwell recientemente galardonados con el Globo de Oro a la mejor actriz dramática y al mejor actor secundario por sus papeles en “Tres anuncios en las afueras”: «A Frances la tuve en mente desde el principio –dice McDonagh–. Es tan buena que cuando la ves en pantalla parece una mujer sacada de la vida real y no una actriz. Además, desprende una fortaleza proletaria que al personaje le venía genial. El papel de Sam me generaba más dudas porque con él corría el riesgo de incurrir en la caricatura y no quería que fuera percibido como el típico policía violento, machista y racista. Por suerte Sam le ha conferido una vulnerabilidad que era la que yo pretendía que tuviera el personaje».

A pesar de la cantidad de temas que encuentran acomodo en la trama de la película (abuso de poder, machismo, racismo, clasismo, homofobia, violencia policial, etc.) Martin McDonagh niega que escribiera el guion de “Tres anuncios en las afueras” pensando en hacer un film de denuncia: «Yo quería hacer una película sobre una mujer fuerte que se enfrenta a las autoridades del pueblo en el que vive. En la medida en que dicho conflicto se intensifica, afloran todas esas actitudes de odio y discriminación que, por otra parte, son muy típicas en comunidades pequeñas. Pero no, no creo que mi película sea un film de denuncia como se ha dicho y mucho menos un retrato de la América de Trump, entre otras cosas porque el guion lo escribí hace ocho años y porque temas como el racismo o la violencia policial están presentes en EEUU desde mucho antes de que Trump accediese al poder».