Natxo MATXIN
OSASUNA

El tiempo se agota para obrar la obligada reacción

Unai García, Roberto Torres y Quique podrían ser las novedades de un once mermado por las ausencias.

Dicen que la indiferencia es el peor de los castigos. Si no lo remedia a corto plazo, Osasuna va camino de convertirse en un equipo sin pena ni gloria para el último tramo del campeonato. A cinco puntos de la zona de play-off, la distancia respecto al gran objetivo de la temporada, el ascenso, se va agrandando por momentos y apunta a convertirse en un imposible si no hay un giro copernicano en cuanto a juego y resultados.

Gran parte de la afición ha pasado del efecto ilusionante que generaron los grandes fichajes veraniegos y las expectativas que de ellos se derivaron, a una actual apatía acorde a lo que el equipo transmite sobre el césped, cuyo único apartado que se libra de la crítica son los pocos goles encajados. Salvo en momentos puntuales que no han gozado de continuidad, la escuadra dirigida por Diego Martínez se ha mostrado demasiado encorsertada y robótica, sin ese punto de desparpajo y desinhibición que debería haber tenido un bloque al que se le presupone una notable dosis de talento.

Así las cosas, cuerpo técnico y plantilla, como no podía ser de otro modo, siguen apostando por ellos mismos bajo la confianza de que los objetivos se van a cumplir, pese a que los mensajes de entre semana no acaban de materializarse en el momento de saltar al campo. El vestuario insiste en que todavía queda margen de manio- bra –eso es cierto– para obrar la reacción, pero el tiempo y las oportunidades se están agotando sin que se observe mejoría alguna en la cuenta de resultados del conjunto rojillo.

Alcorcón va a ser una estación más en ese peregrinar que veremos si va en dirección al martirio o a la resurrección. El problema de Osasuna es que ha dado tanta ventaja a sus rivales que ahora mismo se encuentra en la tesitura de que no puede permitirse ni un solo fallo más y de que, incluso sumando de tres en tres, va a necesitar que sus adversarios pinchen en la carrera por volver a Primera.

Cambio de sistema

Una dependencia de terceros que el equipo se ha ido ganando a pulso con cada jornada que ha transcurrido y que se suma ahora a las dificultades propias del desgaste físico de una larga fase regular, en forma de lesiones y sanciones. Diego Martínez no solo se va a ver obligado a reemplazar a titulares innegociables en su esquema –Clerc, Borja Lasso y Xisco–, sino que se plantea incluso regresar a un 3-5-2 que no dejó muy buen sabor cuando se aplicó con anterioridad.

Lo mismo que las bajas obligadas, tres pueden ser los cambios que haya en el once respecto al que empató frente al Córdoba. El regreso de Unai García –seguramente el defensa más en forma en estos momentos–, la vuelta de Roberto Torres a la media punta –el de Arre a buen seguro que no estará contento con la cuota de participación que está teniendo en el equipo– y la inclusión de Quique en vanguardia, después de que se quedase en el banquillo el pasado domingo.

La única duda que parece manejar el preparador gallego, muy poco autocrítico en la previa, se centra en quién ocupará el puesto de carrilero diestro. El viernes probó con Sebas Coris, pero ayer lo hizo con Lillo, una duda que no se despejará hasta una hora antes de la disputa del choque. Sorprende, por segunda semana consecutiva, la ausencia de Lucas Torró, uno de los futbolistas más en forma y que ha desaparecido de la titularidad de manera misteriosa. Es necesario agitar el árbol cuando las cosas no funcionan, pero no parecía que el jugador valenciano tenía que ser la manzana que cayese de sus ramas.

Se va a encontrar con un rival muy necesitado

Osasuna necesita los puntos, pero el oponente que se va a encontrar enfrente, también. El Alcorcón, como la escuadra navarra, está protagonizando una trayectoria irregular que le ha llevado a coquetear con el descenso, ahora situado a solo tres puntos después de que el Córdoba venciese 3-0 al Sevilla Atlético el pasado viernes.

«Es muy importante para ellos, pero para nosotros, igual o más», apuntó el técnico alfarero, Julio Velázquez, en su comparecencia previa al choque. «Afrontamos el encuentro con mucho rigor y, a la vez, con mucha ilusión por tratar de conseguir la victoria, y más en casa, con el apoyo vital de nuestra afición», profundizó el entrenador salmantino.

No es muy significativo el balance que la escuadra navarra ha cosechado en el Santo Domingo, pues la estadística histórica de enfrentamientos se reduce a solo dos, con diferente desenlace. En la 2014-15 se perdió por 2-0 y la campaña siguiente se venció 0-1 con gol en propia puerta de Djené.

«A priori, Osasuna es un equipo que debería estar o en puestos de ascenso directo o muy cerca de ellos, pero por diversas circunstancias no es así. Tengo muy buenas sensaciones y trataremos de llevar el partido con intensidad», avanzó Velázquez. N.M.