Los sindicatos que toman parte en la mesa de negociación del convenio de Oficinas y Despachos de Bizkaia (ELA, CCOO, LAB y UGT) indicaron ayer que «pararán» el sector con las dos nuevas jornadas de huelga, hoy y mañana, que están respaldadas también por CGT, ESK y CNT. Por lo tanto, advirtieron de que se verán afectados «servicios muy importantes» de empresas punteras y suministros tecnológicos de «infraestructuras básicas» e instituciones. «La patronal es consciente de ello y por eso, entre otras cosas, está solicitando servicios mínimos», señalaron.

En la rueda de prensa que ofrecieron en la plaza de Arriaga, donde instalaron el bulegune el pasado 9 de abril, recordaron que el convenio del sector afecta a 23.000 personas en el herrialde, subrayando que de su firma depende la «estabilidad, futuro y condiciones laborales dignas de todas ellas».

Las centrales exigen la firma del convenio «tal y como se encontraba» en 2012 pero con una actualización salarial que compense el poder adquisitivo perdido durante los años de la crisis. Como recogió Europa Press, también ponen como «condición irrenunciable» que se mantengan la antigüedad y la «garantía mínima» (subida salarial establecida en el convenio que no se puede absorber por ley).

«La patronal Cebek, que se autodenomina representante de las empresas del sector, manifiesta una y otra vez que no está dispuesta a firmar el convenio si los sindicatos no ‘modificamos’ nuestras condiciones en materia de garantía mínima y antigüedad», criticaron, para a continuación adelantar que su respuesta será «no».

«No a los recortes, ni a la pérdida de la garantía mínima y la antigüedad, ni a la congelación salarial indefinida, ni a la extensión de la precariedad en un sector en el que las empresas están ganando mucho dinero», puntualizaron. A su juicio, el objetivo de Cebek es el de tener trabajadores a los que «premiar» o «castigar» en base a criterios subjetivos, «lo que ellos denominan retribución por competitividad y objetivos».

Ayer, en el bulegune estuvieron acompañados de trabajadores de Productos Tubulares, que explicaron cómo, a través de la «lucha», han logrado que la dirección de la empresa retire el ERE de extinción de empleos.

Durante los últimos días han ido pasando por este lugar, entre otros, representantes de las plataformas de pensionistas, del movimiento feminista y de algunos partidos políticos para debatir sobre cuestiones laboral.