Joseba ITURRIA
DONOSTIA
Entrevue
XABI PRIETO
JUGADOR DE LA REAL SOCIEDAD

«Ver a la gente volcada te llena de orgullo, es un día que no olvidaré nunca»

Como refleja la fotografía superior, Xabi Prieto recorrió el sábado el camino para dejar de ser futbolista y unirse a leyendas como Luis Arkonada, Jesús Zamora, Juanan Larrañaga y Alberto Gorriz, los cuatro integrantes del equipo campeón que le superan en el ránking de partidos jugados con la Real. Tras lo vivido en un emotivo homenaje, trasmite sus sensaciones.

Xabi Prieto atiende a GARA ayer casi sin poder dormir tras vivir un día especial en el homenaje que le brindó Anoeta el sábado.

¿Cómo ha dormido tras todas las sensaciones del sábado?

He dormido poco por la tensión, por los nervios que pasé y como si hubiera jugado un partido, la prórroga y los penalties. Un día superemocionante, pero muy feliz. Viví el día con tranquilidad. Llevaba mucho tiempo sin ir convocado, fui a Zubieta, hice mi rutina antes de los partidos... hasta que llegó el momento de salir a calentar. Luego cuando toca salir al campo, un poco nervioso como suele ser habitual y después cuando se acerca el momento de entrar a jugar y el homenaje ahí sí que muy nervioso y consciente de que eran mis últimos momentos en Anoeta.

¿Cual es el momento más especial de toda la jornada?

Con uno no me podría quedar, me quedo con todo. Después de tres meses lesionado, volver a jugar era un reto que me había puesto y mereció la pena para poder despedirme desde el verde y después el salir, el pasillo que te hacen los compañeros con los que has compartido tantos momentos, estos quince años, ver a la gente volcada con nosotros, te llena de orgullo. Es un día que no olvidaré nunca.

¿Fue el adiós deseado?

Sí, sin ninguna duda. Recuerdo el día que Mikel Aranburu se despidió. Fue un día precioso y decía que ojalá me pudiera despedir como él porque fue muy bonito. Y el mío también. No cambiaría nada. Incluso el tiempo respetó. Ese rato que no llovió, salió todo de maravilla.

¿Qué siente cuando el club decide sustituir el escudo por su imagen en las camisetas?

Me pareció exagerado, pero a la vez también una vez que se ha hecho y no puedes hacer nada, es impresionante poder disfrutar de un partido así, viendo a tus compañeros con tu imagen en el escudo de la Real. Yo no habría jugado con mi cara, siempre he jugado con el escudo de la Real, y seguí jugando así.

¿Qué siente cuando se dirige al centro del campo y ve allí junto a Jokin Aperribay a los cuatro jugadores que han disputado más partidos en la Real?

Es un honor estar en ese club selecto. Significa mucho. Durante mi carrera no he dado importancia a las estadísticas, pero terminas tu carrera y ves los números que has conseguido y que estás con gente como Luis, Juanan, Bixio y Jesús y significa mucho y que estuviesen en el homenaje es de agradecer.

¿Y cuando se dice que ha pasado de ser jugador a leyenda?

De momento me sigo sintiendo jugador, voy a decir adiós y leyenda suena como muy viejo. Todos esos halagos y esas palabras son para otros. Sinceramente, no las veo para mí.

¿Cómo se consigue ser una persona normal cuando a uno le hacen grande los demás?

Siempre me he sentido muy normal. He pretendido comportarme como cualquier amigo mío, como cualquier persona que tiene otras virtudes. Ser gente conocida o tener la suerte de poder vivir de lo que nos gusta no nos puede hacer diferente. Mucha gente se sorprende cuando nos conocen porque somos personas normales.

¿Lo que ha sufrido en los últimos meses por las lesiones le reafirman en que era el mejor momento para dejarlo?

Desde el día que firmé la renovación el año pasado tenía muy claro que iba a ser la última temporada. Sentía que tenía que decir adiós, que era el momento de otra gente y que el mío había pasado. Era el momento de poner punto y final y disfrutar de otras cosas. Estar lesionado estos meses me ha hecho ver las cosas desde fuera. No me hubiera gustado eso, pero ha sido un reto recuperarme y trabajar duro para despedirme desde el campo. Es otra cosa que he conseguido y estoy satisfecho.

¿Qué se siente cuando a uno le ponen como ejemplo siempre?

Se me suben los colores. Desde que anuncié la retirada tantos mensajes, muestras de cariño, agradecimiento, felicitaciones, se me pone la piel de gallina. A la vez te sientes orgulloso de que se te valore, se te quiera, de que todo lo que has hecho sin buscarlo tenga su recompensa.

¿Cómo surge la decisión de poner el brazalete a Illarramendi?

Es una decisión del club. Entiende que Asier tiene que ser el siguiente capitán, que tiene que ser una nueva generación la que dé un paso al frente y lidere la siguiente temporada y esperemos que muchas más y siempre respaldado de jugadores veteranos como Imanol o Zuru, que merecen igual llevar el brazalete y entre todos estoy convencido de que harán grande a la Real.

¿Cuando juega el primer partido en el juvenil ni se le pasaría por la cabeza un final así?

Ni en el mejor de mis sueños hubiera pensado jugar tantas temporadas, tantos partidos, ser capitán, ni de lejos. Me queda todo lo bueno. Lo malo, el descenso, el día de Mendizorrotza, las lesiones, no las borro porque aprendí de ellos, pero las buenas las recuerdo con mucha emoción e intensidad. El día del debut, el ascenso, la Champions, la Europa League, el día que cumplí los 500 partidos y el sábado, que fue superemocionante.

¿Se puede convencer a los jóvenes de que no hay nada mejor que ser un «one club man»?

No sé qué se puede sentir al ganar una Liga o una Champions o un Mundial, pero la sensación que viví el sábado en el estadio es difícil de superar. Me fui feliz.

¿También será especial jugar el último partido en el Camp Nou en la despedida de Iniesta?

No es mal estadio ni mal rival, pero tenía claro que mi despedida era delante de mi gente, del que ha sido mi estadio estos años. Pero disfrutar unos minutos sería un regalo para mí.

 

«La prioridad serán mis hijos y poder darles todo mi tiempo»

¿En el futuro, se ve en la Real como técnico o simplemente quiere ser un aficionado más?

Como un aficionado por supuesto. Soy socio desde muy pequeño, llevo muchísimos años sin ir a mi localidad, será especial porque iré con mis hijos y estoy convencido de que será bonito. Como técnico o como trabajador del club, todavía es algo que no he pensado. No lo sé, ya se verá. Es algo que no descarto, pero de momento no pienso en ello.

¿La vida personal cambiará mucho a partir de la próxima semana?

Sí. Eres futbolista las 24 horas y siempre he pensado en mi físico. Vas al parque el día previo del partido y mis hijos quieren jugar contigo y te tienes que medir. No puedes tirarte al suelo, ni estar dos horas jugando. Eso va a cambiar ahora. La prioridad serán ellos y seguro que tendré más tiempo para disfrutar y poder darles todo el tiempo que quieren.

Tiene tres hijos, todos niños...

Tengo un hermano y tenía claro que quería tener dos, tres o cuatro hijos. Los que fueran. No teníamos un número marcado y no descartamos alguno más. Me han gustado más los niños, me iba a arreglar mejor, estoy feliz con los tres niños y espero poder seguir disfrutando de ellos y que sean felices. Es el deseo y el objetivo de cualquier padre.

¿Qué ha dejado de hacer por jugar a fútbol y qué le gustaría hacer a partir de ahora?

He faltado a cosas que seguro que ellos me han echado en falta y que he echado de menos. Seguro que lo viviré más de cerca y lo podré disfrutar de otra manera.

¿Se considera una persona muy familiar?

Siempre he estado muy unido a toda la familia. Hemos sido de juntarnos todos los domingos, de comer con mis tíos, con mis primos, con mi hermano, con los niños... Todo lo que soy, todo lo que he conseguido, se lo debo a ellos. Tanto mi aita como mi ama han sido personas muy importantes en mi vida y por eso cuando más me emocioné el sábado fue al acordarme de ellos. El aita no pudo estar, pero sí mi madre...J.I.