Oihane LARRETXEA
BILBO
Entrevue
SUSANA ZABALLA
ECONOMISTA Y COFUNDADORA DE EMAKUMEEKIN

«Hay mucho talento femenino desaprovechado; es riqueza perdida»

El cierre de la entidad bancaria en la que trabajaba fue el trampolín que empleó Susana Zaballa para emprender. Además de economista y experta en finanzas y marketing, es fundadora de Interalde, una consultora integral para la pequeña y mediana empresa. Le gusta asesorar y guiar, de ahí que también sea cofundadora de EmakumeEkin, plataforma que asesora a mujeres emprendedoras. Y también es instructora de «mindfulness». Acaba de publicar un manual interactivo para mejorar los resultados empresariales.

Afirma que si no se hubiera quedado en el paro no se hubiera atrevido a emprender los proyectos de los que hoy habla orgullosa. «Estuve un año en el paro y ese tiempo me ayudó a reflexionar, a darme cuenta de que no quería seguir con la vida que llevaba. La única forma que me permitía cambiar era montar mi propia empresa». Trabajo y más trabajo, mucho esfuerzo y empeño, pero sobre todo «pasión»; en su opinión, un ingrediente fundamental en este camino.

Asesora y ayuda a las pequeñas y medianas empresas, también a particulares que trabajan para sí mismos. De hecho, acaba de presentar una guía interactiva para lograr mejores resultados empresariales sin dejar de disfrutar del trabajo. El objetivo tiene su miga.

¿Veía una necesidad que le ha llevado a elaborar el manual?

Está enfocado en especial a las personas que tienen empresa, pequeñas firmas en las que no existe una dirección comercial. Ofrece pautas para el diseño de estrategia, de la planificación comercial con metodología hasta el desarrollo de habilidades, como la negociación. También trata el aspecto de cuidados, de que te cuides mientras estás trabajando. Pone a la persona en el centro, por que tú eres el eje para que des tu mejor versión.

El área comercial no se aborda ni en los estudios universitarios, y tampoco es una área a la que se le de la importancia debida, genera además cierto rechazo, nos enfrenta a unos miedos… Hay que tener en cuenta que las personas comerciales están sometidas a mucha presión, a mucho viaje, a cuestiones que desbaratan la rutina y la posibilidad de cuidarte.

Dedica un espacio al tema de los cuidados en el trabajo. ¿Qué papel juegan?

Es importante planificar y diseñar estrategias cuidándose, gestionando el estrés. Es una forma de trabajar, poniéndote en el centro. Es la única manera de que puedas poner al cliente en el medio. Si la gente que trabaja conmigo en la empresa no está feliz, no va a poder poner las necesidades del cliente en el medio, no transmite satisfacción y bienestar.

Cita la organización como clave para evitar el caos en el trabajo… ¿Por dónde empezar?

Se empieza por la reflexión, hay que tomarse un tiempo para parar. En las empresas nos pasamos la vida apagando incendios, siendo reactivos ante lo que sucede en lugar de proactivos. Hay una tendencia a pensar que, como el mundo es volátil e incierto, ¿para qué planificar? Pues justamente por eso hay que hacerlo.

¿Qué consejo le daría a una persona que se dedica a la labor comercial?

El primero que le daría sería “cuídate”, es la forma de sacar lo mejor que tenemos. Lo cierto es que vivimos en una cultura que tendemos a ponernos en última posición y priorizamos otras cosas, y nos automachacamos. Y si se trata de una persona emprendedora que no sabe por dónde empezar, que se pare a pensar a dónde quiere llegar.

A la hora de emprender, ¿cuáles son los miedos que muestran las mujeres que se asoman a EmakumeEkin?

La labor comercial es uno de los más comunes. En cualquier caso, existen diferencias de género tanto en el emprendimiento como en el trabajo por cuenta ajena. Las mujeres tendemos a veces a no pedir ayuda en el plano profesional, nos cuesta más. También tenemos una carencia de redes profesionales, porque tradicionalmente no hemos estado en la plaza, sino dentro. Es demostrable solo con ver las fotos en la prensa. En los círculos de poder hay muchas corbatas y pocas mujeres. Y es a donde queremos llegar.

Desde el punto vista del emprendimiento, también tenemos diferencias de género que están constatadas en estudios. Hay conclusiones que afirman que, en igualdad de capacitaciones, nosotras confiamos un 33% menos en nosotras mismas. Eso en el trabajo por cuenta ajena se traduce en que un hombre y una mujer, cuando salen de la universidad a la vez, negociarán de manera diferente el primer salario.

¿Es falta de autoestima?

Sí, claro. Pero es cultural, por supuesto, nada que tengamos de nacimiento. Desde pequeñas vamos adquiriendo el rol de género por lo que vemos, los ejemplos que tenemos… Por eso es importante visibilizar a las mujeres emprendedoras, sobre todo en el sector tecnológico, económico… Si desde pequeñas vemos que es posible, nos empoderaremos y lograremos confiar más y ver que es posible.

A las mujeres siempre se nos ha reconocido el éxito como madres, cuidadoras… pero no como grandes empresarias. Cuando vemos a una política que acaba de tener un hijo y a los días está en su puesto, lo primero que se piensa de ella es ‘dónde lo habrá dejado’ y ‘pobre criatura’. Sin embargo, si se trata de un hombre, y quizá ni si quiera al día siguiente haya estado en el hospital, no se le juzga. En las entrevistas no se les pregunta por la paternidad, porque es un ámbito de la vida que no les influye en el profesional.

Hablemos de paro, mujeres y talento. ¿Qué sucede con las que tienen más de 45 años?

Se les dificulta su vuelta al mercado laboral. Precisamente, en EmakumeEkin hemos puesto en marcha “La escuela de mujeres programadoras” para formarlas y reciclar sus conocimientos previos.

Hay muchísimo talento desaprovechado. Muchas habían salido del mercado cuando acabaron la universidad o años después tras trabajar para la crianza y, a la hora de reincorporarse, todas las opciones que se barajan son de reponedora, vendedora o servicio de limpieza. Ya sabemos cuáles son los sueldos y el reconocimiento de estas labores.

Si metemos en estos sectores a mujeres con carreras, buena formación y cualificación, ese talento no lo recupero para la sociedad, no revierte. Noruega dice que el fruto de su riqueza no es el petróleo, sino la incorporación del talento de las mujeres. Lo contrario es riqueza desperdiciada.

¿Conocidas las preocupaciones, cuáles son las ilusiones de las emprendedoras?

Una pasión tremenda. Hay que tenerla, porque emprender es una aventura de alto riesgo y a veces un camino muy solitario. La red EmakumeEkin trata de sostener, pero los frutos que da son inesperados, superan cualquier expectativa. Se han creado empresas de colaboraciones iniciales; incluso entre mujeres que creían ser competencia han logrado colaborar. Proponemos otra forma de trabajar, otra manera de hacer empresa más sostenible, más provechosa para la comunidad.

¿Qué consejo le daría a una mujer que quiere iniciar su propio camino?

Lo mejor es acercarse a una asociación como la nuestra o a otra mujer que haya emprendido antes. Acercarse a casos reales que puedas tocar y ver, conocer los claroscuros, alguien que te hable de las cosas por las que ha pasado. El inicio es un caos y puede ser muy frustrante, pero día a día esa madeja se va soltando. Ver que alguien lo ha logrado y que tú también puedes.

 

«Renunciaron a todo por criar pero no se las reconoce»

La brecha salarial está de plena actualidad. ¿Cree que algo está cambiando?

Son cambios que van a la raíz del sistema, pero esos cambios no se van a producir de un día a otro. Hace mucho tiempo que sabemos que esa desigualdad existe, como en otros ámbitos. Por ejemplo, que el 98% de las reducciones de jornada las cojan las mujeres, con lo que eso repercute en la jubilación y una serie de aspectos… el hecho de que las reducciones impidan desarrollar todo el talento que tiene una mujer es un ejemplo.

Muchas pensionistas que hoy luchan en la calle pasaron por aquello hace años. ¿Qué opinión le merece?

Que el movimiento feminista se haya sumado a esta lucha de las pensionistas es significativo. Hay mujeres que se incorporaron con trabajos mal remunerados, no reconocidos, etc. También hay muchas viudas viviendo en la precariedad. ¿Cómo es posible que te disminuyan en ese porcentaje tan elevado cuando fallece tu pareja? Renunciaron a todo por la crianza, pero el trabajo reproductivo no está valorado.

¿Afecta la supuesta recuperación económica de la misma forma a mujeres y hombres?

El paro nos afectó más a nosotras, eso está claro. No tengo datos sobre en qué porcentaje han dejado la lista del paro… Pero en el caso de las mujeres que salieron del mercado y volvieron después, en el caso de la crianza, necesitan una puesta al día de los conocimientos que obtuvieron. Luego vamos a ver en qué área pueden desarrollarse. Topamos con mujeres muy preparadas a las que no se les ofrece incorporarse a su área. O.L.