Imanol INTZIARTE
RUGBY

Hernani remonta a Ciencias y permanecerá un año más en División de Honor

El conjunto guipuzcoano volvió a hacerse fuerte en Landare para doblegaral Ciencias de Sevilla por 30 a 17, volteando el 31-27 encajado en la ida.

La gesta trendrá continuidad al menos otra temporada. Porque no es exagerado emplear ese calificativo para un conjunto que logra mantenerse en lo más alto echando mano de su cantera y de jugadores de las localidades del entorno, sin fichajes.

A imagen y semejanza del «This is Anfield» de Liverpool, igual toca escribir «Hau Landare da» en la valla de la entrada. Su hierba alta, sus charcos, su barro, son el fortín en el que los tricolores cimentan su éxito, donde suman los puntos para eludir el descenso directo y, si es necesario, apuntillar a su rival de turno en la promoción.

Tocaba remontar el 31-27 de la ida en Sevilla. El Hernani no tardó en meterse en harina, y antes del minuto 10 Oier Garmendia cazó una patada a la espalda de la zaga andaluza para posar bajo palos. Se evitaban así posibles nervios.

Cerca de la media hora, Jon Ander Frutos culminaba una trabajada jugada hernaniarra que ponía el marcador en 15-3, con el que se llegaba al descanso. Era una renta de 8 puntos en el global de la eliminatoria que permitía un pequeño margen de error.

Un pequeño susto

El comodín se gastó nada más comenzar la segunda parte. Ensayo de Miguel Reina, medio melé del Ciencias, que transformó Mati Frutos. El billete para la División de Honor en un puño (15-10).

Anartz Elosegi sumó con un golpe de castigo y mediada esta mitad el talonador Otxotorena culminó una clásica jugada de la delantera. Touch tras golpe de castigo, maul y más puntos a la saca. El 25-10 tenía aroma a permanencia.

La puntilla la puso Mikel Pérez con el cuarto ensayo del Hernani, muy cerca del final (30-10). El postrer posado visitante, ya con el tiempo cumplido, quedó simplemente para la estadística (30-17).

El árbitro pitó el final y la fiesta se desató en Hernani. El tercer tiempo se preveía largo, pero esa es otra historia. Lo que pasa en Landare se queda en Landare.