A.A.
TIRÁN

Todo un clásico obligado a refundarse tras perder a sus principales faros

La marcha del entrenador José Ángel Cambados y el patrón David Álvarez, junto a otra docena deremeros, supone una gran pérdida para un club que lleva ininterrumpidamente en la ACT desde 2008.

Tirán es todo un clásico de la Liga ACT. Los de Moaña llevan remando en la máxima categoría ininterrumpidamente desde 2008 y, con sus altibajos, se puede decir que ha sido una etapa exitosa. Han ganado cuatro banderas en ese periplo y han logrado billete para La Concha en varias ocasiones. Incluso el año pasado, con el club haciendo frente a varias situaciones comprometidas, firmaron un séptimo puesto de muchísimo mérito.

Pero durante el invierno la entidad gallega ha tenido que hacer frente a un proceso de renovación cuyo resultado está lleno de incertidumbres. Como ya anunciaron a finales del pasado verano, el entrenador y remero José Ángel Cambados y el patrón David Álvarez, dos de los faros que han guiado a la trainera pontevedresa estos últimos años, optaban por hacerse a un lado. Y con ellos, otra docena larga de remeros también abandonaban las filas de Tirán por una u otra razón.

A los dirigentes no les ha quedado otro remedio que echar las redes para captar nuevas caras en los equipos cercanos, muchos de ellos debutantes en la Liga Eusko Label, y armar prácticamente desde cero una nueva tripulación, con toda la dificultad que ello conlleva.

«El año pasado acabamos un ciclo, y esta temporada comenzamos otro dispuestos a dar guerra. Viene gente nueva, con ilusión, que puede aportar. Estoy contento con cómo se ha desarrollado el invierno. Acoplando los nuevos con la gente veterana que lleva más años remando. Es quizás lo más complicado pero creo que se está consiguiendo», declaraba optimista el nuevo entrenador Benjamín Vázquez “Benji”, que llega desde Coruxo para aportar también como remero, una faceta que ya desarrolló en Tirán anteriormente.

«Dos bloques diferenciados»

De todos modos, Vázquez no oculta las dificultades que se encontrará en el camino, unos obstáculos que se multiplican para los botes gallegos cada año en forma de viajes y kilómetros de carretera. «Sabemos que será una temporada difícil por todas esas bajas que hemos comentado, incluidos el entrenador y el patrón del año pasado. Va a ser una temporada complicada, pero yo aspiro a no perder la categoría, ese es nuestro mayor objetivo. Yo creo que lo podemos lograr».

Para ello, destaca el trabajo que ha tenido que hacer en acoplar a los recién llegados con la media docena de remeros que se mantienen desde el año pasado. «Tenía dos bloques diferenciados: los veteranos que llevan muchos años y notan la falta de los que habían sido sus compañeros, y la gente que se incorpora con ilusión, que nunca ha estado en la ACT y que está deseando de remar. Eran como dos grupos separados, y eso se ha ido uniendo con el tiempo y con la ilusión de la gente de tirar para adelante», relata.

Y aunque hubiera agradecido un poco más de tiempo para llegar mejor a la competición oficial, “Benji” se ve con fuerzas para plantar cara a sus rivales. «Estamos centrados en mejorar nuestra remada, entrenar bien, y después los resultados o puestos concretos dependerán un poco de los rivales y el nivel general que haya. Pero confiamos en dar la cara». Una buena filosofia para afrontar una campaña que no será nada fácil para ellos.