Aritz INTXUSTA
iruñea

El barrio pide a Maravillas y Barkos reiniciar el diálogo y buscar mediador

Vecinos y colectivos de Alde Zaharra de Iruñea realizaron ayer una comparecencia en defensa de un gaztetxe para el barrio y contra un desalojo violento. Llaman a los representantes de Maravillas y al Gobierno a una solución acordada a través de una mediación.

Tras hacerse público el desencuentro entre los responsables del gaztetxe Maravillas y los responsables del Gobierno navarro, varias asociaciones de vecinos y colectivos de Alde Zaharra de Iruñea salieron ayer en favor de una línea de entendimiento. Entre todos, han acordado tres puntos en busca de una solución que satisfaga a todas las partes y que evite un desalojo por la fuerza.

«Hacemos nuestra la reivindicación de un gaztetxe para el barrio», señalaron, para recordar después que en los procesos vecinales de los últimos años esta ha sido identificada «como necesidad prioritaria».

Por ello, estos colectivos hacen un llamamiento a las partes «para que dialoguen y busquen una solución a la situación». Y en este sentido, ven necesaria la figura de una mediación. Asimismo, subrayan que este diálogo ha de ser transparente.

En último término, los colectivos insisten en que se oponen «a todo tipo de desalojo violento que repercuta en la vida del barrio y ponga en riesgo a personas que están en el gaztetxe».

El comunicado está firmado por varios de los grupos referenciales en la vida diaria de Alde Zaharra de Iruñea. Entre ellos destacan la Asociación Vecinal Alde Zaharra, la comisión de fiestas, Auzoenea, Aldezar y Sanfermines 78 Gogoan!.

Puentes a recomponer

El toque de atención de los vecinos a Maravillas y Gobierno llega después de que el miércoles se hiciera público un episodio importante en esta crisis. La asamblea del gaztetxe comunicó que la lehendakari les había invitado a un encuentro en el Palacio de la Diputación. Pero Maravillas no accedió a la reunión, proponiendo otra fecha y un nuevo lugar para el encuentro (la sede de Auzoenea). El Gobierno tampoco aceptó.

La situación abierta en torno al futuro de Maravillas es muy incierta. Hace meses que el Gobierno se lavó las manos y dejó el asunto en los tribunales, que podrían iniciar un desalojo cautelar en cualquier momento, eligiendo además el cuerpo policial que habría de encargarse de dicha operación. Sin embargo, esta opción cuenta con rechazo frontal por parte de los tres socios que apuntalan el Ejecutivo de Barkos: EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra.

El gaztetxe reivindica como paso previo a la negociación la retirada de la denuncia que mantiene viva la causa en los tribunales. Sin embargo, Barkos siempre se ha mantenido firme en público sobre el asunto. Dice que no entrará «como elefante en cacharerría», pero que no ve otra opción que el desalojo.