EDITORIALA

Alianzas solidarias ante el muro de los Estados

Una de las grandes lecciones que dejó el otoño catalán de 2017 fue la crucial importancia que tiene la arena internacional en los esfuerzos emancipadores de las naciones sin Estado. Ante la imposibilidad de blindar un control del territorio efectivo, el reconocimiento internacional es, llegado el caso, el factor que determina hacia qué lado se inclina la balanza. La importancia de esa nebulosa conocida como comunidad internacional a la hora de saltar el muro construido por los Estados ha quedado también de manifiesto en el proceso de resolución del conflicto armado vasco.

No es fácil construir alianzas internacionales en un esquema de relaciones globales basado en la interacción entre Estados o, en todo caso, entre agentes supraestatales en los que queda diluido cualquier atisbo de democracia. Por ello resulta fundamental estrechar lazos con pueblos en situaciones similares a las de Euskal Herria. Cada uno con sus particularidades, pues para algo son pueblos singulares, pero con condicionantes muchas veces similares, como recuerda el dirigente corso Gilles Simeoni en la entrevista que hoy publican GARA y Mediabask. «A nosotros también nos dijo el Estado que si la violencia cesaba se podría hablar de todo, pero (...) constatamos que no solo no se puede hablar de nada aquí y ahora, sino que se nos trata de convencer de que nunca se podrá». Una melodía bien conocida por estos lares.

El conocimiento mutuo, muchas veces ausente, es el paso previo al establecimiento de sinergias y alianzas concretas capaces de abrir y aprovechar las grietas que nacen en la base del muro que los Estados construyen desde arriba. Frente a visiones conspiranóicas que explican el estado de las cosas como un guión escrito a pocas manos, la geopolítica abre siempre, en algún momento, insospechadas ventanas de oportunidad –el norte de Irlanda y Escocia ante el Brexit, por ejemplo–. Tejer las alianzas solidarias que ayuden a ensanchar esas ventanas es fundamental para luego poder aprovecharlas.