Dabid LAZKANOITURBURU

El avance de la extrema derecha da la llave del poder a la derecha sueca

El empate técnico entre los bloques del centroizquierda y el centroderecha y el avance de la extrema derecha, menor de lo esperado pero constante, dibujan un escenario endiablado para formar gobierno en la hasta hace poco estable Suecia. En espera del recuento del voto por correo y del exterior, la derecha podría verse tentada a suplantar a una izquierda en lenta pero imparable caída. ¿Lo haría como en Austria, interiorizando y asumiendo las tesis xenófobas?

La incertidumbre marca la resaca de unos comicios en Suecia que han confirmado los ejes que rigen el panorama político en Europa. La crisis de los grandes partidos se evidencia en los peores resultados de la historia para la socialdemocracia sueca, que sigue siendo la más votada.

La izquierda es incapaz de amortizar esa fuga, que sigue engrosando el voto de la extrema derecha de Demócratas de Suecia, que no cumple las expectativas de consolidarse como segunda fuerza con el anunciado 20% de los votos pero que consolida su posición.

Tampoco la derecha está para muchas fiestas. El Partido Moderado, segunda fuerza política, cosecha los peores resultados desde 2002 pero le queda el consuelo de haber logrado un empate técnico ante el centro izquierda. El único escaño y los 29.000 votos escasos de diferencia a favor deesta última podrían evaporarse cuanto el miércoles se computen los 50.000 votos del exterior, más proclives a la derecha.

Semanas e incluso meses

Los analistas auguran que la fragmentación del voto y el hecho de que no haya un bloque con posibilidades matemáticas de formar gobierno puede suponer semanas e incluso meses de impasse y negociaciones.

Los socialdemócratas podrían intentar reeditar coalición con unos Verdes castigados en las urnas y con el apoyo parlamentario externo de la izquierd&dcThree;a.

Pero tendría difícil incluso aprobar los presupuestos en octubre ante la oposición en bloque de extrema derecha y derecha. Liberales y centristas, del bloque de centro-derecha, tienen la llave y están tentados de repetir el gobierno conservador de Ulf Kristersson (2006-2014), líder del Partido Moderado.

Este asegura querer privilegiar acuerdos con los socialdemócratas pero podría verse tentado, si no a negociar con la extrema derecha (tipo Austria), sí a interiorizar y asumir su programa. Para el caso, lo mismo.

 

Satisfacción general de los partidos ultras europeos

«Suecia, patria del multiculturalismo y modelo para la izquierda, después de años de inmigración salvaje ha decidido finalmente cambiar», se congratuló el ministro de Interior italiano y líder de la xenófoba Lega, Matteo Salvini, quien auguró que estaríamos ante el «enésimo aviso de desahucio para los socialistas: en mayo, en las europeas, completaremos este cambio fundado en los valores del trabajo, la seguridad y la familia».

La líder de Agrupación Nacional (el antiguo Frente Nacional francés), Marine Le Pen, resaltó tras conocerse el resultado electoral en Suecia que se trata de «una mala noche más para la Unión Europea en perspectiva (...) La revolución democrática en Europa está en curso», escribió en su Twitter. El líder del Partido de la Libertad (PVV) holandés, Geert Wilders, se limitó a felicitar a Demócratas Suecos por su resultado.

La extrema derecha austríaca, en el gobierno con la derecha en Viena, señaló que «los partidos que creen poder ignorar o negar los problemas por la inmigración masiva son castigados» por el electorado. GARA