GARA
ESTRASBURGO

Orban le complica el voto a la derecha, que se resiste a imputar a Hungría

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, denunció ayer el «chantaje» en la UE por su política con los migrantes, justo la víspera de un voto crucial del Parlamento Europeo en el que la derecha se resiste a imputar a Orban por violación de los «valores europeos».

«Hablemos con claridad: se quiere condenar a Hungría porque los húngaros decidieron que nuestra patria no iba a ser un país de inmigrantes. Hungría no va a ceder al chantaje. Hungría va a proteger sus fronteras», afirmó Orban en el pleno parlamentario, al tiempo que defendía su política migratoria como una manera de proteger «Hungría y Europa» y apelaba a las raíces cristianas de su país. Además, advirtió que sus paisanos responderán a este debate en las urnas, en los comicios europeos de mayo de 2019.

El Parlamento debate pedir al Consejo Europeo aplicar el procedimiento del artículo 7 de la UE, que, a largo plazo, podría privar a Budapest de su voto en el seno de los 28 al constatar un «riesgo claro de violación grave» de los «valores» europeos.

La situación de los migrantes y refugiados es solo una de las 12 preocupaciones en relación al estado de los derechos fundamentales en Hungría que recoge el informe a debate, obra de la eurodiputada Judith Sargentini (Los Verdes), entre las que también se encuentran el funcionamiento del sistema constitucional y electoral, la independencia del poder judicial y diversas libertades individuales.

La cuestión clave ahora es cómo votarán los socios de Orban en el Partido Popular Europeo, que hasta la fecha había tenido posiciones ambivalentes. El presidente del grupo, Manfred Weber (CSU), aseguró que no habría trato de favor e incluso apuntó a la posibilidad de la libertad de voto, abocando al grupo a una fractura. Pero es que las palabras hostiles de Orban le complicaron la defensa de la posición húngara. «Si no hay disposición del Gobierno húngaro a solucionar los problemas, va a ser necesario hablar del recurso al artículo 7», avisó Weber.

Incluso el canciller austriaco, Sebastian Kurz, marcó distancias con Orban, al anunciar que su partido votará a favor de que se inicie el proceso sancionador.

Los únicos guiños le llegaron a Orban desde la ultraderecha. El vicecanciller austríaco Heinz-Christian Strache, del FPÖ, le propuso formar un bloque en la Eurocámara. También le defendieron el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, y la líder de la francesa Agrupación Nacional, Marine Le Pen.