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BILBO

Lakua quiere «reconducir» a CCOO y UGT hacia el acuerdo con Confebask

El Gobierno de Iñigo Urkullu se metió en un barrizal al suscribir un acuerdo sobre el empleo con Confebask ninguneando a CCOO y UGT, dos de las patas de una Mesa de Diálogo Social que no tenía el soporte de ELA ni el de LAB. Ahora vuelve a tantear a CCOO y UGT.

La aplicación del “Acuerdo Marco de colaboración por el empleo y la cualificación en Euskadi 2018-2020”, firmado por el Gobierno de Iñigo Urkullu y Confebask el pasado 16 de abril se decidirá en la Mesa de Diálogo Social con el fin de «reconducir» el documento y someterlo al consenso de CCOO y UGT, sindicatos que abandonaron ese órgano en abril de 2018. El Ejecutivo espera que ambas centrales «vuelvan a ella» mediante la incorporación de las propuestas sindicales al documento firmado con la patronal.

En virtud de dicha decisión, alcanzada en el Consejo de Gobierno celebrado el martes, «los contenidos y materias de ese acuerdo, así como su desarrollo y ejecución» se someterán a las aportaciones y modificaciones que aporten ambos sindicatos, a los que ya se ha remitido los términos del documento, según anunció ayer la consejera de Trabajo y Justicia, María Jesús San José, durante una rueda de prensa convocada para abordar otro tema.

El Ejecutivo no informó del acuerdo en la reunión posterior al Consejo de Gobierno en la habitual comparecencia ante los medios de su portavoz, Josu Erkoreka. Ayer, horas después de la intervención de San José, el Gobierno trasladó a los medios la propuesta firmada por el lehendakari, intentando contrarrestar los titulares informativos que destacaban que el acuerdo marco había quedado «paralizado» en espera de la Mesa del Diálogo Social.

Lakua indicó que el acuerdo «se sigue gestionando con normalidad» y que lo que sucede ahora es que «se incorpora también en su gestión la Mesa de Diálogo Social», un órgano en el que, a día de hoy, solo toman parte el Ejecutivo y Confebask. Es decir, que la iniciativa del Gobierno parte de un absurdo que solo puede resolverse si CCOO y UGT vuelven a la mesa. Y conviene recordar que lo que les hizo abandonarla fue, precisamente, que el Gobierno pactó con Confebask a sus espaldas, en lugar de haber llevado la negociación a esa mesa.

«Consideramos que este paso va a hacer que los sindicatos que abandonaron la mesa de diálogo vuelvan a ella para así reconducir el consenso en torno a este documento, que vamos a poner encima de esa mesa para debatirlo con los sindicatos», señaló San José.

Ahora, la intención del Ejecutivo es, una vez recibidas y analizadas las eventuales aportaciones sindicales, seguir con los trámites para la aprobación del decreto que institucionalizará el diálogo social y que esto «se haga cuanto antes». Aunque el plazo para recibir alegaciones al decreto concluía el pasado viernes, 7 de setiembre, el Gobierno lo ha ampliado una semana más para dar tiempo a que CCOO y UGT decidan si lo aceptan.