Las autoridades mexicanas despidieron el martes a un funcionario forense tras una protesta por el hallazgo de un camión frigorífico con 157 cadáveres en el este de Jalisco, donde las morgues están llenas de víctimas de la guerra contra las drogas.

Los homicidios en ese estado, donde actúa el cártel de la Nueva Generación de Jalisco, uno de los más violentos y poderosos de México, ya han alcanzado un récord de 16.339 este año y la tasa nacional está subiendo, tras el máximo histórico de 2017.

Las acusaciones de que las autoridades en Jalisco estaban manipulando cuerpos estallaron la semana pasada después de que se descubriera un camión con 157 cadáveres en un almacén en las afueras de la segunda ciudad más grande de México, Guadalajara, provocando la ira de su alcalde.

Luis Octavio Cotero, que había dirigido el instituto forense desde 2015, fue despedido por no asumir la responsabilidad de almacenar los cadáveres. Cotero afirmó a Reuters que su agencia no era responsable de almacenar los cuerpos no reclamados y acusó al Gobierno de convertirlo en el chivo expiatorio tras cuestionar una investigación sobre la desaparición de tres estudiantes de cine.

Aseguró que las autoridades estatales sabían desde hace dos años que necesitaban más espacio en la morgue y señaló que hay otros 100 cuerpos en otro camión frigorífico estacionado en el instituto forense y que un tercero tuvo que trasladarse por falta de espacio para aparcar.

La comisión nacional de Derechos Humanos de México ha pedido una investigación tras calificar de «inhumano» el trato a los cadáveres por parte del Gobierno local.