Mikel INSAUSTI
THE RIDER

El universo crepuscular de los vaqueros visto por una mujer de hoy

Se suponía que ya estaba todo contado sobre el mito del vaquero en el cine, y que las películas sobre el rodeo eran cosa de otra época, más aún cuando Nicholas Ray en “The Lusty Men” (1952) y Sam Peckinpah en “Junior Bonner” (1972) representaron dicho mundo como algo condenado a desaparecer. Pero faltaba el punto de vista femenino, incorporado ahora con “The Rider” (2017) por la cineasta china afincada en los EEUU Chloé Zhao en el que es su segundo largometraje de ficción. Previamente presentó su ópera prima “Songs My Brothers Taught Me” (2015) en el festival Sundance, dónde ya sorprendió su mirada en torno a la vida en una de las reservas nativas que quedan en Norteamérica. Con su nuevo trabajo le ha llegado el reconocimiento en forma de premios, al ganar en la Quincena de Realizadores del festival de Cannes, mientras que en la Seminci obtuvo la Espiga de Plata a la Mejor Dirección Novel, además del premio de Mejor Actor para Brady Jandreau.

Lo de Brady Jandreau tiene doble mérito, ya que no es actor profesional, al igual que el resto de los actores y actrices del reparto, los cuales forman parte del ambito cotidiano y real del protagonista, que se interpreta a sí mismo en un doloroso y sincero tono autobiográfico. Ese estilo de docuficción elegido por la realizadora le imprime verdad al relato, junto con los exteriores en los grandes espacios abiertos de Dakota del Sur, poniendo mayor énfasis en los caballos que corren libres por las praderas que en los propios jinetes que los montan.

En cuanto neowestern que es, “The Rider” propone la busqueda de su nueva identidad por parte de un accidentado jinete de rodeo que ya no puede competir, y apenas montar. Su viaje de autodescubrimiento le conducirá a superar sus propias limitaciones, a la vez que se libera de una mitología del Oeste que perdura en el tiempo.